Cuando se acaba la Semana Santa, ya con las notas de la segunda evaluación en la mesa, la cosa se empieza a poner seria. Y es que, los estudiantes saben que han de hincar los codos si quieren tener un buen verano a partir de junio. Sin embargo, con lo que seguro que no contaban es, sin duda, con unas mini vacaciones adelantadas. Así, con el reciente corte eléctrico del pasado lunes –que provocó que el martes no hubiera docencia– y con el puente de mayo a la vuelta de la esquina, los estudiantes herculinos aprovecharon el apagón para prolongar sus días libres.
El CEIP Wenceslao Fernández Flórez fue uno de los colegios que, aunque no prestaron actividad lectiva durante el martes, sí permaneció abierto hasta las 14.00 horas para conciliar. Aunque no fueron muchos los niños que acudieron al recinto durante el post apagón.
Sandra García, madre de un alumno de último curso del colegio, explicó que sí pudo reorganizar la mañana para que su hijo no tuviera que ir al colegio pero que “entre que el martes no hubo clase, el jueves es festivo y el viernes hacen puente, son unas segundas vacaciones”. Según su hijo, Javier Canedo, “el apagón fue tan inédito” como su “siete en inglés”, dijo entre risas.