La escalera al cielo de Juan Flórez que se convirtió en un infierno

La escalera al cielo de Juan Flórez que se convirtió en un infierno
La lluvia volvió a provocar fallos en las escaleras mecánicas entre Juan Flórez y Juan Castro Mosquera | Ethan Álvarez

Levantarse de cama, asomarse a la ventana e intuir un día de lluvia constante es un hecho científicamente demostrado como nocivo para el buen humor de muchos. Sin embargo, en el caso de los vecinos de A Falperra la explicación tiene que ver más con la garantía de paliza física que con la falta de luz solar. Y es que el agua de mayo, lejos de ser una bendición, ha dado en un nuevo parón de las escaleras mecánicas de Maestro Clavé, inicialmente un servicio público para cubrir el desnivel entre las calles de Juan Flórez y la de Juan Castro Mosquera, y ahora un engorro de más de un millón de euros de coste y de una cada vez más dudosa fiabilidad.


Desde la vuelta recurrente de las lluvias, las escaleras mecánicas apenas han dado servicio, e incluso durante el pasado fin de semana se registraron parones en las tres fases de la instalación. No por acostumbrados los vecinos de A Falperra caen en la resignación, sino más bien un hartazgo que alcanza cotas cada vez más mayores. “El enfado con las escaleras es grande”, reclama Jaime Suárez, presidente de la asociación vecinal. “Cada vez pasa más a menudo y es más recurrente. La gente mayor, con problemas de movilidad, se las encuentra totalmente paradas”, añade. 


Las escaleras, un total de 99 a sortear a pie y de manera ‘analógica’ en la mayoría de días de lluvia, no entienden de colores políticos. Inauguradas en el año 2013 en el mandato de Carlos Negreira, la fórmula tanto de los populares como de la Marea o el actual Gobierno de Inés Rey han sido parches o arreglos puntuales con los que volver a ponerlas en marcha. Los vecinos de A Falperra, de hecho, se han movido por su cuenta y ya han solicitado informes técnicos sobre posibles mejoras.


La instalación de una pérgola es una posibilidad que no acabara de generar consenso, aunque el ejemplo de la Gran Vía de Vigo, donde se encuentra una instalación semejante, sirve en muchos casos como justificación práctica. “Lo que hay que llevar a cabo es una reforma integral y vamos a pedirle a los técnicos un informe sobre el problema principal, pero sobre todo con propuestas de soluciones”, comenta el presidente vecinal.


Quejas 

Suárez es uno de esos afectados que vive en sus propias carnes las complicaciones para, por ejemplo, subir con el carro de la compra sin tener que dar un rodeo excesivo. Sin embargo, como presidente vecinal se ha convertido en una especie de ‘buzón de quejas’.


Según indica el dirigente, “los vecinos están hartos y en horas punta se encuentra cada vez más con ese problema”

La escalera al cielo de Juan Flórez que se convirtió en un infierno

Te puede interesar