Cuando se aprende a esperar que la ayuda a veces cae del cielo

Cuando se aprende a esperar que la ayuda a veces cae del cielo
Los estudiantes de Socorrismo practicaron en la playa de Oza el desembarco en lanchas de Cruz Roja | Pedro Puig

La playa de Oza se llenó de acción en la mañana de ayer, cuando 30 alumnos de socorrismo en espacios naturales de Cruz Roja participaron en un simulacro. “Hemos contado con las embarcaciones de Cruz Roja, las motos de agua y el Helimer, lo que hemos intentado es que vean como se actuaría en un caso grave, en el que una víctima debería subirse a una embarcación desde un helicóptero”, explicó la directora de Formación de Cruz Roja, Aranzazu Jiménez del Llano, nada más desembarcar en la playa de Oza.


Los alumnos han sido espectadores, y contemplaron las maniobras desde el espigón de Oza, mientras que otros lo hacían a bordo de las embarcaciones. La persona, una presunta víctima de ahogamiento, habría sido rescatada por un socorrista y subida a bordo de una embarcación. Sin embargo, su estado sería tan grave que habría aconsejado una evacuación inmediata, de ahí la llamada al Helimer. El helicóptero se mantuvo en posición estática sobre la vertical, y recogió tanto a la víctima como a un rescatador para trasladarlo al hospital.


Jiménez señaló que los cursos están financiados tanto por la Xunta como por el Ayuntamiento, a través del proyecto “Coruña suma” y contribuyen a formar a un colectivo cada vez más especializado. Y más escaso.


Profesionales

Como la propia directora reconoció, cada vez resulta más difícil lograr socorristas para vigilar las playas cada vez que llega la temporada de baño. Y la culpa es, en parte, de la formación, porque, la Xunta ha profesionalizado el oficio. “Antes con un curso de primeros auxilios podías acceder al trabajo y ahora se ha especializado de tal manera que este curso tiene 270 horas”.


Pero en Galicia, ser socorrista es un trabajo muy estacional: en ciudades como A Coruña, la temporada de baño dura tres meses pero en municipios más pequeños tan solo dos mientras que en el sur, se puede trabajar todo el año. “Estos cursos son gratuitos porque están dirigidos para desempleados”, matizó Jiménez. Sin embargo, solo en A Coruña se emplean a 50. “Este es el tercer curso de playas, pero la gente se forma, trabaja dos o tres maneras y luego haces otra cosa”, añade.

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