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martes | 30 abril | 2024
La realidad de los barrios de la periferia lleva en ocasiones a situaciones impensables en pleno casco urbano, tanto en cuestiones de movilidad como en servicios básicos. Un ejemplo de ello es la red de saneamiento y su implantación en A Zapateira, donde hasta hace unos años existía una escatológica problemática relacionada con la falta de actuaciones municipales. Sin embargo, al término del actual mandato del Gobierno local, en 2027, el barrio habrá atraído en ocho años una inversión total de 1,84 millones en forma de infraestructuras en un total de 13 calles, lo que lo sitúa a la cabeza de toda la ciudad y marca un punto y aparte para muchas áreas residenciales. “Se trata de una inversión brutal, porque allí no existía ni siquiera una red de saneamiento”, explican fuentes municipales.
Roma, Venecia, Burdeos, Atenas, Helsinki, Dublín, Amberes, París o Marsella son el destino en forma de nombres de calles de los fondos municipales para la red de saneamiento. La particularidad de A Zapateira comienza en la propia orografía del terreno y las complicaciones derivadas de la misma, algo que amenazaba con convertirse en todo un problema medioambiental según subraya Juan Sánchez-Albornoz, presidente de la asociación vecinal: “El problema es histórico y tiene que ver con la composición granítica y los pozos negros que filtraban agua a las cunetas: éstos acababan en arroyos, debido a que iban hacia la parte baja del barrio, y a su vez los arroyos terminaban en la ría de O Burgo”.
Otro de los aspectos que hace diferente al barrio es que por un lado existen urbanizaciones y por otro casas en terrenos aislados o que sus proyectos no responden a un proyecto conjunto. Según indican los vecinos es por ahí por donde se vuelve fundamental la planificación del Ayuntamiento: “Las casas que no están dentro de una urbanización son objeto de una actuación programada para incluirlas dentro de la red de saneamiento. El problema es cuando se daban licencias para construir y después se pensaba en el saneamiento, cuando debe ser a la inversa”.
Sánchez-Albornoz aplaude la implicación del Gobierno municipal con la red, después de lo que considera un parón de cuatro años en forma de mandato de la Marea. “Durante la etapa de Negreira se expuso un proyecto, el cual asesoramos con indicaciones sobre dónde había viviendas con más necesidades”, dice. “Luego, durante la etapa de la Marea no se hizo nada”, añade.
Y es que los servicios básicos que se darían por supuestos en cualquier zona van camino de ser un sueño hecho realidad.
