La comunidad peruana en A coruña ha querido manifestar su profundo dolor por el asesinato de una compatriota de 49 años, Maritza Hellen, a menos de otro miembro de su comunidad, de 61 años. Varias docenas de personas se reunieron a las nueve de la noche en la plaza de As Conchiñas para participar en la concentración. 

Muchos conocían a ambos. En el acto no hubo pancartas, ni se corearon consignas. Solo una bandera de su país. Entre los presentes estaba uno de los hijos de Maritza, venido a la ciudad para encargarse de los restos de su madre. Ella llevaba viviendo el país desde hacía un año. Se había casado el mes pasado con su presunto asesino, que la apuñaló cerca de 70 veces en la madrugada del domingo. 

El acto se realiza el mismo día en que el supuesto autor ingresa en prisión como imputado por un delito de asesinato y otro de quebrantamiento de condena. Al evento no acudió el hijo de la víctima recientemente llegado a la ciudad, de 29 años, que estaba conmocionado por el suceso.