El control de acceso por cámaras se hace perentorio para la Ciudad Vieja de A Coruña

El control de acceso por cámaras se hace perentorio para la Ciudad Vieja de A Coruña
Se ha convertido en una constante el estacionamiento irregular en la zona de la Maestranza | Pedro Puig

Cuarenta y dos meses después  de que la Ciudad Vieja quedase cerrada al tráfico rodado todavía no han quedado satisfechas las demandas de los residentes en el mismo, que incluso empiezan a pagar los platos rotos en el sentido literal de la expresión. Y es que las violaciones de la normativa vigente respecto a tránsito y estacionamiento restringen lo que deberían ser plazas dedicadas a los que habitantes de la zona histórica. Como si de un efecto mariposa se tratase, éstos se ven en la obligación de trasladarse a la Maestranza y ocupar áreas prohibidas, lo que deriva en una sanción administrativa que redobla el cabreo y la exigencia de una solución urgente. 


Desde la llegada de la actual junta directiva, hace apenas once meses, la asociación vecinal de la Ciudad Vieja ha propuesto como solución la instalación de cámaras o dispositivos de control de acceso a la misma. En una de sus primeras manifestaciones, Leonardo Méndez, su presidente, aseguraba: ““Es continuo el tráfico de vehículos que no tienen tarjeta, la gente obvia las señalas instaladas de prohibido circular e incluso pueden verse muchos coches de reparto fuera de horario. La alcaldesa anunció en febrero que se habían adquirido ocho cámaras de accesos, así que consideramos que deben instalarse ya, porque serían disuasorias, igual que en La Marina”. 


Casi un año después y a las puertas de la junta anual, Méndez tiene claro por dónde pasarán las reivindicaciones y cómo de profundas son las preocupaciones de sus asociados, una vez el problema de la peatonalización y el aparcamiento, lejos de ir en la dirección deseada, parece haberse enquistado. “Nuestra principal preocupación es la peatonalización, la cuestión de los aparcamientos y la circulación”, advierte. “Se han suprimido plazas y, mientras no se arregle la zona de la Maestranza, va a estar complicado. No es que justifiquemos que los vecinos aparquen mal por el hecho de no haber sitio, pero un tema de control y unas normas: si son lugares para aparcar los residentes habrá que respetarlos”, agrega el dirigente vecinal, que urge al Gobierno municipal a instalar las cámaras de acceso.


Zona de Bajas Emisiones 
Desde que los vecinos comenzaron la propuesta primero y reivindicación después de tráfico controlado por cámaras el contexto ha variado ligeramente. Y es que la Ciudad Vieja forma parte del perímetro de la Zona de Bajas Emisiones, con la infraestructura de control que ello implica: cámaras y sensores de diverso tipo para controlar el tráfico desde diversos baremos. 


Se trata de una inversión con fondos europeos, lo que convierte los deseos de los vecinos en una realidad a corto plazo con el final de año como límite. 

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