El comercio lamenta que las fiestas se llevaran los clientes al centro

El comercio lamenta que las fiestas se llevaran los clientes al centro
Varios viandantes pasan por delante de los establecimientos de la avenida de Finisterre | Pedro Puig

Las Fiestas de María Pita están dibujando la sonrisa en la cara de muchos coruñeses, aunque en unos más que en otros. El hecho de que la mayoría de las actividades se hayan celebrado en la zona centro no deja con buen sabor de boca a los comerciantes, que vieron cómo buena parte de su público potencial pasaba tardes enteras paseando entre la calle Real y los jardines de Méndez Núñez. Así lo entiende José Luis Boado, presidente de la Federación Unión Comercial Coruñesa (FUCC). “Ya no hay mucho consumo normalmente y la gente se va al centro”, lamenta. “Nosotros apostamos por una descentralización de las fiestas y que las actividades que se hagan sean para promocionar las zonas”, añade sobre una reivindicación reciente, que pasa por un futuro en Samaín o Navidades en el que la programación incluya todas las zonas.
 

Si la hostelería hablaba, tras la primera quincena de festejos, de números récord en la historia, el comercio no se muestra tan optimista, a pesar de ser un vaso comunicante de bares, restaurantes y ocio. “La ampliación de horario de la hostelería nos influyó positivamente, convivimos y nos potenciamos la una a la otra”, dice Boado. “Sin embargo, a la periferia no se llega y habría que crear actividades que lleven a la gente a los barrios. Todo eso requeriría un proyecto entero, con una línea de autobuses que desplazase a la gente a esas actividades”, añade. 
 

El presidente de la FUCC pone como ejemplo la cabalgata de Reyes y el plan para los barrios, que ayuda a crear “una ciudad viva en su conjunto”. En ese sentido, entre los planes a corto plazo de la Federación está insistir en esa apertura. “Estamos a punto de firmar un segundo convenio de actividades de dinamización comercial para todos los barrios que lo soliciten”, anuncia.
 

Así, la Feria del Libro, Viñetas desde o Atlántico o los conciertos a caballo entre María Pita resultaron un reclamo para buena parte de la población, que vació los barrios a la hora de pasear, lo que fue en detrimento de la actividad comercial. Por ello, muchos propietarios deciden bajar la verja durante la primera quincena de agosto y tomarse unas vacaciones. El horizonte de septiembre, con la vuelta a los colegios, debe revitalizar las compras en el comercio local.

El comercio lamenta que las fiestas se llevaran los clientes al centro

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