La Policía Nacional y la Local están aumentando la frecuencia de sus redadas conjuntas en entornos de ocio nocturno, donde se genera conflictividad en torno a los afters. Uno de los puntos es el Orzán. El otro, Matogrande, y ayer fue donde hicieron acto de presencia los agentes a la siete y media de la mañana y donde levantaron cerca de diez actas de aprehensión de drogas en uno de los establecimientos de ocio nocturno. En total, 40 agentes de ambos cuerpos participaron en esta nueva actuación, aunque fue la Policía Local quien llevó a cabo el registro en sí.
A esa hora, el after de Matogrande estaba lleno: había tres docenas de personas que fueron cacheadas por la policía Nacional y Local. No hay que olvidar que la última vez que se llevó a cabo una intervención allí, los clientes llegaron a ponerse agresivos con las autoridades, arrojándoles objetos y resistiéndose al arresto.
En esta ocasión, por parte de la Policía Nacional, participaron una docena de agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), que están equipados con material antidisturbios, en previsión de que la situación se volviera tensa y hubiera que controlar al público.
Esta vez, sin embargo, no hubo incidentes dignos de mención, más allá de las drogas que son habituales en entornos de este tipo. Tras un concienzudo cacheo de todos los clientes, los policías se hicieron con varios gramos de cocaína, además de hachís y marihuana. Se llegó a encontrar un pequeño alijo escondido en un rincón del establecimiento, que podría haber sido dejado allí por alguien que traficaba con cocaína, pero no se pudo determinar a quién pertenecía, de manera que no conllevó ningún arresto, a diferencia del mes pasado, cuando se detuvo a varias personas. No por tenencia de drogas, sino por resistencia a la autoridad.