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sábado | 20 abril | 2024
A pesar de que con la entrada del nuevo siglo la creación de nuevos edificios se contuvo, hasta que estalló la crisis financiera el ritmo de creación de inmuebles era casi diez veces más alto que en la actualidad. También era más alto el ritmo de concesión de licencias de obra que, pese al impacto de la pandemia, pareció acercarse tímidamente, en 2020 y 2021, a las cifras de hace quince años. No obstante, aunque el volumen de licencias sea similar, su distribución ha dado un giro de 180 grados.
Antes del estallido de la crisis financiera, el 2007 fue el último año en el que en la urbe herculina se concedieron más de un centenar de permisos de obra (149, concretamente). De todos ellos, solo 27 eran licencias para rehabilitación (el 18,12%), según datos del Instituto Galego de Estatística (IGE).
Desde ese momento, solo en 2018, 2020 y 2021 (último año con datos) se superó el centenar de licencias en A Coruña. Pero, al contrario que hace tres lustros, la distribución ha virado hacia la rehabilitación. En 2018, el 90,1% de los 101 permisos eran de rehabilitación. En 2020, el 84,62% de las 104 eran para este fin. El pasado año, eran el 82,52% de las 103 licencias otorgadas.
Pese al impacto del covid, en 2020 y en 2021 se mantuvo el nivel del centenar de licencias (104 y 103, respectivamente), siendo así la primera vez en quince años con dos cursos seguidos con cifras por encima de 100.
La última vez que ocurrió algo similar fue en 2006 y 2007 (161 y 149), en pleno descenso de concesión de permisos y de obras de construcción, ya que se venía de las más de 300 licencias de obra que se otorgaron durante el año 2000.
Desde ese momento, solo en 2018 se superaron los 100 permisos (101), siendo la cifra más alta los 72 de 2008, que en solo un año cayeron hasta 26 y que marcaron su mínimo en 2011, con 17.
Los números de creación de edificios también parecen recuperarse en los dos últimos años, aunque muy lejos de los que se reflejaban durante los tiempos en los que el ladrillo dominaba la economía.
Así, atendiendo a los datos del instituto estadístico gallego, en 2020 y 2021 se crearon trece y catorce nuevos edificios, respectivamente, siendo las mejores cifras desde 2010, con excepción de los quince de 2013.
Se construyeron en estos dos últimos años 103.393 metros cuadrados nuevos, de los cuales 98.177 son de corte residencial, para casi medio millar de viviendas de nueva planta.
A pesar del aumento de la construcción, los datos son muy diferentes a los que se registraban en el primer tramo del siglo.
Si en el año 2000 se construían, en un solo curso, más de 530 nuevos edificios, rápidamente se bajaba el ritmo por debajo de los 200 anuales.
Aún así, entre 2001 y 2006 se creaban, de media, 134 edificios al año en la ciudad, diez veces más que ahora, siendo la mayoría de construcciones de carácter residencial.
Ya en 2007 se notó la primera gran caída de la construcción de edificios (66, todos ellos residenciales), pero no fue hasta unos años más tarde, en torno al 2014, que la rehabilitación empezó a copar las licencias de obra. Así, tras un 2013 con solo 19 permisos, ninguno para rehabilitación, pareció cambiar el paradigma, hasta mutar en el actual, donde se ha pasado de que las nuevas creaciones ocupen casi todo el montante de licencias hasta el más del 80% de permisos para rehabilitación del último año.
