La calma llega a la ciudad después de haber encadenado varias alertas meteorológicas

Después de varios días encadenando alertas, A Coruña vivió ayer la última.  La pleamar, que esta vez hizo acto de presencia a las dos de la tarde, no llegó a superar la duna protectora de Riazor, ya muy desgastada por el continuo oleaje y tampoco se registraron incidencias por viento.  El pronóstico meteorológico de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) asegura que la situación irá mejorando el fin de semana. 

En cuanto mejor el tiempo, volverán las bulldozers a la playa para rehacer las dunas pero ayer se prolongaba la situación de alerta y se pedía al público que no se acercara a las zonas de costa. Por otro lado, los sintecho tenían el cobijo garantizado en el centro cívico de Os Mallos, así como comida y bebida, una medida adoptada por la Concejalía de 

Bienestar. 
 

Después de ‘Gerard’ y, sobre todo, de ‘Fein’, la jornada de ayer fue relativamente más tranquila. Aunque llovió con fuerza, el viento no hizo acto de presencia como durante la alerta roja. El delegado de Aemet en Galicia, Francisco Infante, señala que la entrada del aire del noroeste Atlántico es responsable de esta humedad, pero que desde la Azores, el anticiclón se está haciendo sentir.

Hoy seguirá nublado por el flujo del noroeste del Atlántico y aporta humedad y nubes, pero no van a ser precipitaciones importantes, mañana comenzará a despejarse (nubes y claros) y será finalmente el domingo cuando el sol haga acto de presencia. l