La calle Sinfónica de Galicia cuenta desde este martes de un espacio en el que se ubicará la nueva zona de carga y descarga. Aquí se colocará una de las ocho nuevas cámaras para el control de estos espacios que tiene previsto instalar el Ayuntamiento. El objetivo es obtener mayor información sobre el tráfico de mercancías y controlar que se use correctamente y poder sancionar así a quien los utilice sin contar con los permisos necesarios para estacionar en ellos.

El sistema de control y monitorización de carga y descarga comenzó con un programa piloto en la calle de Alfredo Vicenti con la avenida de Finisterre, en una primera prueba del seguimiento del tráfico en la distribución de mercancías. A este dispositivo se suman ahora siete nuevos puntos de control. 

Junto a la de Alfredo Vicenti, se instalarán tres nuevas cámaras en zonas de carga y descarga ya existentes: una en el mercado de Elviña, otra en la plaza del Conservatorio y otra en la calle de Jerónimo Vázquez Franco, número 3, en el alto de Eirís.

Nueva creación

A ellas se suman otros cuatro dispositivos en zonas de carga y descarga de nueva creación. Una en la plaza de Vigo, junto al Registro Civil; en la calle Sinfónica de Galicia con Juan Flórez, que es la que ya está empezando a perfilarse; otra en la ronda de Monte Alto, en el cruce con la avenida de Navarra, y una última en la calle del Almirante Cadarso con Paseo de Ronda.

La instalación contó con un presupuesto total de 386.297 euros para el suministro y montaje de las cámaras junto con la aplicación informática necesaria para su correcto funcionamiento. Los nuevos dispositivos enviarán información en tiempo real al Centro Integral de Mobilidade del uso de las plazas reservadas para operaciones de carga y descarga que será posteriormente revisada y valorada por el personal municipal, que podrá sancionar a quien ocupe esas plazas sin estar habilitado.

El control de las zonas de carga y descarga responde a una demanda de los comerciantes y transportistas, que muchas veces encuentran que los lugares reservados para desarrollar su trabajo están ocupados por vehículos estacionados de forma incorrecta. Al mismo tiempo, hay conductores que critican esta medida puesto que, aunque aumenta el espacio de estacionamiento para furgonetas y camiones, reduce las plazas para vehículos particulares.