Durante todo el día de ayer, los Bomberos tuvieron que realizar cerca de un centenar de intervenciones, la mayoría de ellas relacionadas con sacar a la gente que se quedó atrapada en los ascensores durante el apagón o ayudando a personas mayores a llegar a sus casas, puesto que tenían que subir por las escaleras.
Con la vuelta de la luz de madrugada, la dinámica de trabajo ha cambiado. Desde las tres de la madrugada, han tenido que salir para atender varios incendios, que a las ocho y media de la mañana ascendían a siete.
La primera de las intervenciones tuvo lugar a las 3.25 en la calle Agra de Bragua, donde se incendió una cocina. Según los Bomberos, afectó a la campana extractora y provocó una inundación en el piso afectado. El ocupante de la vivienda fue atendido por personal sanitario, ya que había inhalado humo. Hasta el lugar se desplazaron tres vehículos con ocho bomberos de dotación. Ya habían salido antes, a las tres de la madrugada, hasta la calle Camelias, aunque se trataba solo de una comprobación.
Media hora después, en el Paseo de los Puentes acudieron porque olía a comida quemada. El piso estaba vacío así que entraron por una ventana con ayuda de la autoescala. Habían dejado una olla en el fuego y al volver la luz se calentó quemando la comida. Hasta el lugar se acercaron tres vehículos con ocho bomberos de dotación.
A las siete de la mañana se acercaron hasta la calle Orzán, también por motivo de un incendio, aunque en este caso en elementos urbanos.
A las ocho menos diez hubo un aviso para acudir a la ronda de Nelle y, una hora después, en la avenida de Linares Rivas.
Además de los problemas ocasionados por la vuelta de la luz, los Bomberos tuvieron que actuar también debido a varias inundaciones en garajes y en viviendas.