Aumentan en A Coruña los casos de un virus gastrointestinal altamente contagioso

Las personas mayores, los niños y los pacientes inmunodeprimidos tienen más riesgo de contraerlo
Aumentan en A Coruña los casos de un virus gastrointestinal altamente contagioso
La médica de Urgencias del Chuac Beatriz Remuiñán

El norovirus es “fácilmente transmisible” y A Coruña ha sido testigo de ello. Este año se ha producido un incremento notorio de casos en la ciudad, “sobre todo en los últimos meses y más durante el invierno”. No obstante, la médica de Urgencias del Chuac Beatriz Remuiñán lanza un mensaje de tranquilidad: “No es alarmante”. 


Este virus es una de las principales causas de gastroenteritis viral y se caracteriza por síntomas como vómitos, diarrea, dolor abdominal, febrícula o malestar general. Estos pueden aparecer pasadas 24 o 48 horas del contagio y duran de forma general de uno a tres días.


Aunque la mayoría de los casos son leves y autolimitados, Remuiñán indica que la mayor complicación es la deshidratación, “como en toda gastroenteritis”. Por ello, hay que estar muy atentos a este signo de alerta, especialmente en los grupos vulnerables, es decir, las personas mayores, niños y pacientes inmunodeprimidos. 


Pero lo que suele alarmar más a la población es lo fácil que se propaga. “Es altamente contagioso porque el contacto es persona a persona. También a través de los alimentos, en las superficies donde se han manipulado productos que pueden estar contaminados”, explica la médica.

 

Sitios cerrados

Los espacios cerrados suelen ser los lugares que más le gustan al norovirus, que suele estar “asociado a brotes”. “Es más frecuente en escuelas, guarderías, residencias e incluso en cruceros, donde hay más aglomeración de gente”, advierte la urgencióloga. 


Este virus circula durante todo el año, pero su prevalencia es mayor durante el invierno. “Ahora mismo no estamos en un momento de especial incidencia, pero sí que hay un aumento de casos respecto a años anteriores, sobre todo en los últimos meses,”, indica Beatriz Remuiñán.

 

Cuándo consultar 

Aunque lo recomendable es acudir al médico siempre que uno no se encuentre bien, existen unos signos de alerta en relación con este virus que no deben ser ignorados: “Cuando no te puedes hidratar por vía oral o cuando ya hay fiebre muy alta, vómitos incoercibles que no pasan o una diarrea muy copiosa”. También importante tener en cuenta el tiempo de duración: “Si pasan tres días y sigues muy sintomático, sería bueno consultar con el médico de familia”.


El tratamiento para el norovirus se centra sobre todo en aliviar los síntomas. Sueroterapia, antitérmicos si hay fiebre o antiheméticos si hay vómitos, son las principales formas de tratarlo.


Y para prevenir el contagio, el lavado de manos es “esencial”. Aunque parezca muy básico, es de las mejores barreras de protección frente al norovirus, advierte Remuiñán. La médica también recuerda la importancia de no manipular alimentos y desinfectar las superficies, es decir, “las medidas básicas de una gastroenteritis”.  Y es que aunque A Coruña no se encuentre en una situación alarmante en estos momentos, sí que hay casos circulando, por lo que la prevención nunca está de  más. 

 

Claves

1- Estar atento a los síntomas de deshidratación 
La deshidratación es la mayor complicación del norovirus, por lo que estar atento a sus síntomas es fundamental. Una menor cantidad de orina, sequedad de la boca y la garganta, mareos al ponerse de pie, llorar con pocas lágrimas, somnolencia o irritabilidad inusuales son algunas de las señales.
2. En superficies y objetos durante días o semanas
Este virus es muy difícil de eliminar, pues su alta transmisibilidad complica su liquidación. Sus síntomas pueden aparecer hasta dos días después de haberse infectado y puede permanecer en superficies u objetos durante días o semanas. También es capaz de aguantar temperaturas altas y bajas.
3 Las variantes pueden cambiar el patrón estacional
Aunque es habitual de los meses de invierno, puede haber cambios en este patrón estacional cuando aparece una variante del virus, como ocurrió con la aparición de las diversas variantes genéticas a partir del 2002, año en el que comenzó la circular a que se denominó Farmington Hills4.

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