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jueves | 2 mayo | 2024
La Policía Nacional actuó durante la mañana de ayer contra el tráfico de drogas a pequeña escala en un pub de Enrique Mariñas, en Matogrande. A las ocho de la mañana, los agentes realizaron una redada en este local, que tenían clasificado como punto negro de venta de drogas, realizaron un registro, en el que descubrieron varias dosis de droga preparadas para su venta, y detuvieron a tres sospechosos. Se trata de la primera actuación contra el menudeo que tiene lugar en lo que va de año, y que forma parte de un plan especial que lleva a cabo la Nacional durante todo 2022 donde se han registrado cerca de una decena de actuaciones.
Aunque las investigaciones más importantes son aquellas que consiguen desarticular grandes bandas de tráfico medio, para el gran público son muy preocupantes los puntos negros de tráfico de droga que tiene que soportar en su barrio, porque se convierten en focos de inseguridad. Normalmente, los investigadores no los consideran una forma rentable de invertir su tiempo: exigen horas de vigilancia para acumular los indicios suficientes para conseguir un requerimiento judicial. Sobre todo, si se trata de un domicilio, aunque sea un inmueble okupado.
Es mucho más operativo dedicar meses a seguir los pasos de narcotraficantes que surten de droga a estos puntos de venta. Estas operaciones suelen acabar con la incautación de cantidades importantes de estupefacientes ya sea, cocaína o heroína, además de otras sustancias como la marihuana o las drogas de diseño. En cambio, en un punto de venta droga apenas se requisan unas cuantas papelinas, porque solo tienen a mano la droga necesaria para su venta inmediata. Eso es lo que ocurrió en la actuación de ayer, por ejemplo.
Sin embargo, las quejas continuas de los vecinos de estos puntos negros han incitado a las autoridades a cambiar de postura. A menudo reciben información a través de la sección de participación ciudadana de los propios vecinos, que son los primeros en detectar movimientos sospechosos en su barrio.
Este suele ser el punto de partida de una investigación del Grupo de Tráfico Medio de la Unidad de Droga y crimen Organizado (Udyco) que también se puede demorar bastantes meses pero que normalmente acaba con varios arrestos y el cierre de ese punto de venta de droga. Muchas veces, como ya se ha señalado, un domicilio particular, aunque sea una ruina okupada. Otras veces se trata de un local abierto al público, donde se realizan “pases” apenas disimulados, a veces delante de los ojos de agentes de paisano.
Eso es lo que ocurrió en la última intervención en 2022 tuvo lugar el 29 de diciembre en la calle de Fuente Álamo, en Agra do Orzán. Los agentes de paisano descubrieron una compraventa de drogas en el interior del local, lo que llevó a pedir refuerzos. Al lugar acudieron agentes de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) así como Guías Caninos, que hallaron varias papelinas de cocaína, que se incautaron al supuesto camello, así como 700 euros en metálico.
El mes anterior, la Jefatura Superior de la Policía Nacional había anunciado la desarticulación de un punto negro de venta de drogas en O Castrillón, en Camino de la Iglesia. Se detuvo a dos sospechosos y se incautaron casi 200 papelinas de cocaína. Pero se trata de un problema difícil de atajar, y a veces el punto negro se reabre tan pronto como los detenidos salen en libertad.
