11º-16º
martes | 14 mayo | 2024
El acceso a la vivienda de A Coruña, como se ha repetido hasta la saciedad, es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los residentes. Normalmente, se apunta a una política de vivienda pública como una de las formas más efectivas (aunque a largo plazo) de paliar el problema. Sin embargo, Ruth Varela, la presidenta de la delegación coruñesa do Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) advierte de que toda vivienda de promoción pública se está construyendo en la periferia, lo que puede tener como consecuencia que las rentas más bajas sean expulsadas del centro, en un proceso análogo al de la gentrificación.
No se puede olvidar la compleja maraña legal que implica la construcción, la burocracia implícita en el desarrollo de suelos. La propia Varela reconoce que, a nivel coruñés, al única bolsa de suelo que se está “moviendo” es la de San Pedro de Visma, que se convierte así en la sucesora de Xuxán (antiguo Parque Ofimático) como fuente de vivienda nueva en la ciudad.
La presidenta del COAG puntualiza que existen pequeños polígonos dentro del casco urbano que también se están moviendo, como Falperra II o Porticada I y II, en Riazor, así como varios solares en O Castrillón. “Pero son operaciones de fondos de inversión. No es vivienda para la ciudadanía, sino para nivel adquisitivo megaalto. No se lo compra el ciudadano con un nivel adquisitivo bajo”, advierte Varela.
Hay que tener en mente que el suelo en A Coruña es muy limitado,. No en vano la ciudad tiene la mayor densidad de población de España, porque su término municipal es muy pequeño (solo 37,8 kilómetros cuadrados) en relación con su población, y son los urbanistas, apuntan desde el COAG, los que tienen que encargarse de que el desarrollo de la ciudad sea equilibrado. El Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) es el instrumento diseñado para ello, pero las expectativas cambian. “Ahora hay unas necesidades nuevas planteadas por la crisis ecológica, por ejemplo”, apunta la arquitecta.
Algunas bolsas de suelo, que en un principio parecían urbanizables, no llegan a concretarse. Por eso la única gran bolsa de suelo que se prepara para ser urbanizada (este mismo año comenzarán las obras es Visma). “Las otras tienen sus singularidades y sus problemáticas”, explica Varela. Insuficiente, en cualquier caso, para atender a una demanda “altísima”. Sobre todo para las rentas más baja. En los polígonos interiores donde se edifica no se incluye vivienda pública y ese es un problema grande”.
“El suelo bueno, el mejor, el que colmata la ciudad ya consolidada va a ser ocupada ahora mismo por viviendas que suben de medio millón de euros, que no van a comprar los coruñeses, porque no tienen ese dinero”, alertan desde el COAG ¿Quién tiene ese dinero, entonces? Inversores foráneos, sobre todo de Madrid.
La portavoz de los arquitectos urge a que se adopten medidas regulatorias como única forma de conseguir que estas viviendas sean habitadas por coruñeses, y no se conviertan en un simple objeto de inversión: “Si tu haces como Holanda, que saca una normativa que dice que la vivienda que construyes es para habitarla, estos polígonos interiores no se podrán colmatar con vivienda para inversores, que es lo que va a salir en Porticada I y II".
El suelo está ahí pero en función de la normativa, lo ocuparán habitantes o inversores. “La tendencia es hacer inasumible vivir en la ciudad”, alertan. El Ayuntamiento solicitó a la Xunta que designara a la ciudad como zona tensionada en lo que se refiere al mercado inmobiliario. La presidenta del COAG considera que puede ser positiva, pero la considera “unha herramienta más” que no está claro que sea efectiva. “En Europa han usado una serie de estrategias múltiples. En Berlín han tomado un paquete de medidas”, advierte.
