Ángel Jove Capellán (A Coruña, 1939-2025) pertenecía a una de las familias más importantes de Galicia, y de España, del sector de la construcción, un mundo en el que se inició a finales de los años cincuenta. Empezó cuando era aún muy joven de la mano del constructor Secundino Pardiñas, tal y como él mismo recordaba en alguna entrevista. Aquella empresa no duró demasiado, apenas medio año y le dejó más pufos que ganancias, pero sirvió para iniciarse en el mercado. Poco después, con veinte años, funda su primera empresa, Ángel Jove Construcciones.
A lo largo de su dilatada carrera, atravesó muchas crisis que afrontó siempre con la agilidad que le permitía su experiencia. Anjoca está en el mercado de la promoción inmobiliaria, la construcción, el turismo de calidad, el desarrollo de centros comerciales y el tratamiento y gestión del aguas. El diario El Mundo le situaba este mismo año en el puesto 223 entre las personas con mayor patrimonio de toda España.
En 2020 murió su hermano Manuel, al que le llevaba dos años y al que, como correspondía a su papel de hermano mayor, intentaba proteger cada vez que podía. Siempre que le preguntaban cómo se llevaba, él respondía que "de maravilla", aunque cada uno tuviera su forma diferente de trabajar, lo que se tradujo en que cada uno estaba al frente de su propia empresa. A los dos, tal y como contaba el propio Jorge, les tocó vivir lo peor, "la versión en blanco y negro de la vida", puesto que ambos perdieron a uno de sus hijos.
Uno de sus últimos proyectos fue la creación del Museo de la Automoción e Historia (MAHI) que, después de varios encontronazos con el Gobierno de Marea Atlántica, cuando ya parecía que todo estaba preparado para que las instalaciones estuvieran en Bens, acabó abriendo en el polígono de Sabón en 2023. En su interior se reúnen cerca de 300 vehículos que forman parte de la colección privada familiar, fruto de su pasión por la automoción, una afición que le nació desde muy joven, casi adolescente. Empezó con las motos, como piloto de pruebas pero también hizo sus pinitos en el mundo de la competición. La colección del museo empezó hace más de cuarenta años, cuando Ángel Jove adquiere un Seat 1.500, que fue el germen de lo que hoy en día es el MAHI.
En una entrevista en El Ideal Gallego en 2016 confesaba que su mayor ilusión es que el museo se abriera cuando él aún estuviera vivo para verlo. "Yo nací en la calle de Cordelería y mi ilusión es que todo esto se haga en mi tierra y mientras yo viva”, explicaba.
Quinientas personas se reunieron en 2004 en el hotel La Toja para rendirle homenaje por su investidura como Doctor Honoris Causa en Economía por The Constantinian University of Providence de Estados Unidos.
Ángel Jove Capellán deja tres hijos, Eva y Ángel (nacidos de su unión con Dolores González) y Pablo y viuda, María Teresa Ribas, además de un legado en forma de museo, dedicado a la memoria de su hijo Jorge, que falleció de forma prematura en 1998. En la inauguración del MAHI explicaba a la prensa que en esta vida no solo hay que pensar en uno mismo, sino también dejar algo para los demás cuando te vas.