Excelencia y ambición son dos aspectos que persiguen desde muy pequeña a la alumna del IES Ramón Menéndez Pidal Alba Cedillo (A Coruña, 2009). Galardonada con matrícula de honor en la ESO, y recién llegada de la Ruta Quetzal, la estudiante natural de Monte Alto será una de las 600 personas que cada año la Fundación Amancio Ortega beca para cursar los estudios de 1º de Bachillerato en el extranjero. En un mes, cruzará el Atlántico para que Canadá sea su nueva casa, y allí, se adentrará en un nuevo sistema educativo y, sobre todo, aprenderá a “salir de la zona de confort”.
Recién llegada de la Ruta Quetzal. ¿Cómo valora la experiencia?
Sí, hace justo una semana que llegamos. Yo conocí la ruta a través del grupo de WhatsApp de los becados de la Fundación Amancio Ortega porque había un estudiante que la había hecho el año pasado y nos la recomendó a todos. La ruta comenzó el 29 de junio y, primero fueron cuatro días en Galicia en los que pudimos ir a A Lanzada, Sanxenxo, Vilanova de Arousa, y después fuimos hasta Extremadura, donde recorrimos el Camino Mozárabe de Santiago. Fue una muy buena experiencia pero llegamos muy cansados.
Usted acaba de terminar la ESO, y con matrícula de honor.
Sí. Me enteré de la matrícula cuando me entregaron las notas. Allí mi tutora me dijo que me habían dado una de las cinco matrículas de honor del centro. No me lo esperaba para nada, fue un poco ‘shock’ porque nunca había pensado en eso.
¿Siempre tuvo claro que quería estudiar fuera?
Sí, pero no pensaba que iba a ser tan pronto. Siempre me llamó mucho la atención la cultura norteamericana y no fue hasta que se abrió el plazo para la inscripción de las becas cuando me propuse ir a estudiar fuera.
¿Por qué Canadá?
Yo voy a ir a White Rock, una ciudad que está muy cerca de Vancouver. Voy a Canadá porque es lo que me tocó, pero sí que es verdad que me tocó una muy buena zona. Si hubiera podido elegir, seguramente hubiera escogido una zona similar. Estoy muy contenta del sitio que me ha tocado.
Los idiomas no son un problema para usted.
La verdad es que no. Y menos el inglés, que es algo que me encanta desde que era muy pequeña. Llevo estudiando desde los tres años y hasta enero de este año, que como me saqué el C1 de Cambridge, me tomé estos meses como un descanso. El francés lo empecé a estudiar cuando entré en el instituto y, aunque no lo hablo tan bien como el inglés, voy mejorando.
¿Qué espera del próximo año en Canadá?
A nivel académico, creo que me puede aportar una forma de aprender diferente. El sistema educativo canadiense es muy distinto al español. Es mucho más práctico. Te da la oportunidad de desarrollarte por ti mismo en muchos aspectos. Es algo que me emociona bastante. Personalmente creo salir de lo que conozco e irme al otro lado del mundo va a ayudarme a crecer y a salir de la zona de confort, sobre todo, al integrarme dentro de un nuevo núcleo familiar y amigos.
Cuando vuelva a España, ¿tiene decidido lo que quiere estudiar?
Sé que mi futuro pasa por la universidad. Me interesa mucho la carrera de Relaciones Internacionales porque mezcla varios aspectos tanto políticos como culturales, mucho uso del inglés... Es algo que me parece muy interesante. He cambiado mucho sobre lo que pensaba acerca de mi futuro académico. Dentro del área de Humanidades y Sociales había muchas titulaciones que también me interesaban, como Educación Infantil o Primaria. Pero al final creo que me voy a enfocar más por Relaciones Internacionales porque es algo mucho más abierto que te puede dar muchas más posibilidades.