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martes | 16 abril | 2024
La variante Delta del coronavirus ha demostrado su capacidad de contagio al extenderse por todo el mundo desde su aparición en India y convertirse en la dominante entre las cepas del SARS-COV-2. Y el área coruñesa no es ajena a ello. Así lo indican los datos recabados en el proyecto CovidBens, que analiza las muestras del virus en las aguas residuales de varios municipios del área metropolitana coruñesa (A Coruña, Arteixo, Culleredo, Oleiros y Cambre), durante la semana del 16 al 20 de agosto. En este tiempo, los investigadores han descubierto que la frecuencia de aparición de la variante Delta ya copa el 93% de las muestras recogidas en las aguas coruñesas.
La cepa que apareció por primera vez en la zona en mayo de este año es ya casi la única que se puede observar en A Coruña, sustituyendo a la Alfa, que era la que predominaba hasta entonces, pero que durante el mes de julio dejó paso a la expansión de la variante procedente de India.
Según los datos de CovidBens, la cepa del linaje B.1.617.2 (Delta), que causa efectos tanto en la transmisibilidad de la enfermedad, sobre la inmunidad y las vacunas y sobre la gravedad de la dolencia, tiene una frecuencia de aparición del 93%, por el ya escaso 3% de la B.1.1.7 (Alfa), mientras que el restante 4% pertenece a varios linajes, como el B.1.351 (Beta-Sudáfrica), el C.37 (Lambda-Perú) y el B.1.620, cuyo origen todavía no está establecido.
La gran expansión de la variante Delta, que se observó más contagiosa que anteriores mutaciones del covid-19, explica en gran medida la virulencia de la quinta ola en el área sanitaria, ya que su proliferación fue pareja al incremento de casos activos. Así, tras su irrupción en mayo, en junio ya superaba el 40 por ciento de frecuencia, y en julio el 70 por ciento, para situarse, según los últimos datos de la investigación, en agosto en el 93%.
Con todo, el área sanitaria de A Coruña-Cee sigue certificando el descenso de esta quinta ola, con el decimoctavo día consecutivo de reducción de casos activos. Estos se sitúan en 2.530 tras rebajarse en otros 79, con lo que en lo que va de semana ya se han reducido los enfermos en 764. En el área sanitaria hay ya 38.732 personas que superaron la enfermedad, de las que 194 recibieron ayer el alta epidemiológica.
Durante los últimos cuatro días también se ha evidenciado el freno en la presión hospitalaria, que pasó de los 98 ingresados del lunes a los 79 que quedaban ayer. De estos, 74 permanecen en el Chuac –16 en la UCI, dos menos que en la jornada anterior–, mientras que tres están en el Virxe da Xunqueira de Cee y dos en el hospital Modelo.
Además, los nuevos positivos diarios siguen estancados en el entorno del centenar y ayer se confirmaron 120, con una tasa de positividad del 8,30%, todavía por encima del 5% que marca la OMS para considerar la pandemia controlada.
Entre los nuevos positivos están los detectados en el matadero de Betanzos, que se elevan a catorce tras detectarse seis nuevos casos, según informaron a Europa Press fuentes del área sanitaria de A Coruña-Cee.
En sentido contrario, se redujeron los contagiados en la residencia García Hermanos de la capital betanceira, donde quedan veinte afectados tras el alta de siete, mientras que en DomusVi Matrogrande sigue habiendo un usuario enfermo, según los datos de Política Social.
La peor noticia fue el fallecimiento de cuatro personas, que elevan el total a 634 desde que empezó la pandemia. Se trata de un hombre de 88 años que estaba en el Virxe da Xunqueira y una mujer de 82, un varón de 70 años y otro de 86 que permanecían en el Chuac. Todos tenían patologías previas, según el Sergas.
En lo que se refiere a la vacunación, hoy no se llevará a cabo la administración de las dosis anticovid tras una semana en la que los más jóvenes fueron los protagonistas, ya que se inició la campaña en los niños de doce y trece años. Según el Sergas, en total hubo desde el lunes 39.620 citados para recibir las vacunas contra el coronavirus.
