La política en este país está entregada al matonismo. Los que se suponen capacitados para representar a los ciudadanos o incluso gestionar su futuro, de los que se esperan ideas y planes se mueven mejor en el barro que en los salones. En el caso de Vox, las sensaciones están divididas: muchos se escandalizan de sus formas amenazantes y otros se sorprenden de que todavía no hayan llegado más lejos. A la denuncia en Twitter del ministro de Fomento por el ataque a la estatua del que fuera presidente de la República, Largo Caballero, la cuenta oficial del partido de Santiago Abascal respondió: “Derogad la Ley de Memoria Histórica. Primer aviso”. Solo nos queda preguntar, usando un tono con el que se sientan cómodos: y si no lo hacen, ¿qué? Tenemos que saber cuanto antes hasta dónde están dispuestos a llegar. Por si tenemos que protegernos, llegado el caso. FOTO: el líder de vox, santiago abascal, con gesto decidido | aec