La noticia saltó en Santiago y sacudió a la comarca de Betanzos. Oza dos Ríos y Cesuras serán, después de cuarenta años, los primeros municipios que deciden fusionarse en Galicia. Discreción en las filas del PP. Sorpresa entre los representantes de PSOE y BNG.
El anuncio del presidente de la Xunta durante el debate sobre el estado de la autonomía esquivó cualquier precisión sobre cuáles serían los ayuntamientos asociados o cómo se fraguaría la unificación, pero a medida que avanzó la jornada se fueron conociendo algunos detalles, a través de fuentes no oficiales: \“Son Cesuras y Oza\”. Ninguno de los alcaldes, los dos del PP, ambos con mayoría absoluta, quisieron pronunciarse sobre las palabras de Núñez Feijóo.
Enclavados en la comarca de Betanzos, ambos tienen una superficie similar, aunque Oza supera en poco más de mil habitantes a Cesuras y cuenta con un centro urbano más consolidado, próximo al lugar de Lois, donde se erigió la actual casa consistorial en 1968.
Servicios > En cuanto a otros movimientos para posibles integraciones o adhesiones, sobre la mesa estan a la espera, también en el área de influencia brigantina, Curtis y Vilasantar. En este caso, hace solo unos días que ambos municipios anunciaron que, patrocinados por la Diputación Provincial y unidos a Sobrado, habían creado el Consorcio de Servizos Sociais da Montaña de A Coruña.
El resultado de la fusión adelantada por el presidente gallego en O Hórreo, cuyos detalles se desgranarán hoy, sumará 5.454 habitantes, por lo que el nuevo municipio superará a Curtis, quedando justo por detrás de Miño.
Los grupos de la oposición en ambos municipios se apresuraron a criticar que ni el alcalde de Oza, González Cacheiro, ni el de Cesuras, Lucas Ramírez, informasen de su decisión, ni siquiera de posibles contactos con la Xunta.
En cualquier caso, Feijóo señaló que el gobierno autonómico \“no obliga a ningún Ayuntamiento a asociarse\”, aunque sí icentivará la unión voluntaria.
Proceso > La ley que regula la alteración de términos municipales data de 1997 y en ella se recoge que los municipios limítrofes tienen la opción de integrase o de fusionarse. En el caso de Oza y Cesuras, el presidente de la Xunta apuntó a una fusión. La diferencia entre un procedimiento y otro es que en el segundo se entiende que la suma de las entidades locales supone la desaparición de los municipios para dar paso a uno nuevo (que puede mantener el nombre de cualquiera de los ayuntamientos implicados, al igual que la capital puede ubicarse en cualquiera de los núcleos).
En este caso, se trataría de un procedimiento iniciado de forma voluntaria por los alcaldes que necesitarán el beneplácito autonómico. En el procedimiento también se verá involucrada la Diputación, que tendrá que informar sobre la adhesión, y el Consello Consultivo de Galicia, responsable del dictamen último. Será necesaria la constitución de la Comisión de Delimitación Territorial que se encargará de estudiar toda la documentación y alegaciones. Además, en esta comisión tendrán que estar presentes miembros de la Xunta y de los municipios –debe garantizarse en este caso la presencia proporcional de los últimos resultados electorales–.
Con la fusión nacerá un nuevo municipio que necesitará una nueva corporación política. En este caso, la ley explica que los alcaldes y concejales de los municipios tendrán que cesar. En ese momento la Xunta designará una Comisión Gestora que estará integrada por un número de miembros que correspondería según la población resultante. Es decir, como en el caso de Oza y Cesuras superarían los 5.000, la nueva corporación pasaría de los once concejales actuales a 13 o 14 gestores.
El nombramiento de los administradores se realizará entre los concejales que fueron elegidos en los comicios de mayo. En este punto, el articulado especifica que se tendrá que seguir un criterio de proporcionalidad correspondiente a los resultados electorales producidos en ambos municipios.