Caen a la mitad las denuncias de la Policía Local por infracciones a la normativa sanitaria

Caen a la mitad las denuncias de la Policía Local por infracciones a la normativa sanitaria
Las terrazas son patrulladas exhaustivamente por los agentes municipales | quintana

Esta semana fue la primera con el nuevo nivel atenuado de restricciones, y se respiraba en el aire la emoción de los coruñeses por respirar algo de la libertad que les había sido negada durante demasiado tiempo. Los bares empezaron a abrir con el 30% de ocupación y los coruñeses pudieron entrar y salir del área metropolitana sin que hubiera un motivo más justificado que el puro placer. Las autoridades esperaban que esto conllevara un aumento de las infracciones en las otras restricciones pero, si ha sido así, no se ha reflejado en las sanciones, que se han desplomado hasta llegar a menos de diez al día. En total, 65 denuncias a lo largo de la semana.


Si se tiene en cuenta que en la etapa anterior no era extraño registrar más de 40 denuncias al día, el descenso resulta notable. Del uno al cinco de marzo se registraron 142 sanciones El día de más sanciones fue el jueves, donde la Policía Local interpuso 22 denuncias: seis por no hacer uso de la mascarilla, otras seis por reunirse más personas de las autorizadas y cinco por realizar botellón. En el lado contrario está el martes, donde solo se interpusieron dos denuncias, una por no hacer uso de la mascarilla y otra por firmar sin mantener la distancia de seguridad.


De noche

También llama la atención el elevado nivel de cumplimiento del toque de queda, aunque eso no quiere decir que no se hayan localizado infractores. El viernes seis personas fueron multadas por incumplir el toque de queda (y tres de ellos, además, por el botellón). Y por supuesto, se han tramitado varias denuncias por incumplimiento de horario a aquellos hosteleros que han querido arañar unos minutos al toque de queda.


En general, ya durante la primera semana de este mes se había mantenido bajo el nivel de infracciones nocturnas, lo que parece demostrar que el toque de queda se respeta. Tampoco ha cambiado el número de llamadas que recibe la Policía Local de testigos de presuntas infracciones a la norma, algo que se ha venido dando desde el comienzo de la pandemia. “En cada ventana hay un policía”, bromea un agente.

Las zonas de hostelería, como La Marina, son especialmente vigilados por dispositivos combinados de la Policía Local y la Policía Nacional, y es allí donde se descubren a la mayor parte de los infractores, mientras están relajados y disfrutando.


Las autoridades recuerdan que no llevar mascarilla en un local no supone una sanción para el hostelero, pero sí el exceso de aforo, por ejemplo, o por no cumplir con el horario, pero los agentes municipales destacan el escaso número de sanciones a este colectivo durante la semana: ocho en total, la mayoría por el horario.


Botellón

Por otro lado, los botellones tampoco han registrado tanta actividad como el mes pasado, cuando se habían registrado grandes concentraciones en la finca de los Mariño.


El repunte del fenómeno del botellón preocupaba a las autoridades, porque se había conseguido desterrar de la ciudad desde finales del año pasado, pero no se han detectado de nuevo grandes aglomeraciones de gente, ni en la finca de los Mariño ni en ningún otro sitio. La mayor parte de los grupos no constaban de más de seis individuos que fueron sancionados conforme a la nueva normativa. 

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