Ferreiro nos sale muy caro a los coruñeses

La movilidad no se mueve. Es la conclusión a la que hemos llegado tras asistir, en un ejercicio de responsabilidad, a las jornadas organizadas por el gobierno local. Nuestras sospechas se hicieron evidencia y ahora tenemos la certeza de que los dos años  ya perdidos van camino de convertirse en cuatro. Lamentamos que el gobierno local sea incapaz de traspasar la frontera de la teoría. Es el imperio del paripé. La tiranía de la inconcreción. A Coruña tiene un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que han paralizado. 
No han querido continuar el camino marcado por los coruñeses. Un plan aprobado y respaldado por el consenso de toda la ciudad. Elaborado a medida de A Coruña. Armado sobre más de 68 medidas concretas. Elaborado por todos para dar respuesta al día a día de las personas. Pero no es su estilo. Admitir que lo bueno ya está inventando es, para los invasores, un síntoma de debilidad. Un complejo. Por eso, de forma sistemática, se dedican a deshacer lo avanzado e insistir en no hacer nada.
Ahora pretenden colocar como producto fresco un material que nadie ha comprado, un documento que ni es Plan ni está aprobado ni consensuado con nadie. Nos tratan de meter con calzador un modelo que no encaja en una ciudad bella por diferente, apasionante por singular. Necesitamos una Coruña pensada por los coruñeses y para los coruñeses, en la que la meta sea la convivencia y el método, el sentido común.Lo habíamos advertido. Si la ciudad no andaba viva con la mejora de Alfonso Molina la inversión podría perderse. Ha vuelto a suceder. Audasa no pagará la obra. Así de secos suenan los golpes que recibe la ciudad día tras día por la desidia, la pereza y la nula gestión del alcalde. Xulio Ferreiro nos sale muy caro a los coruñeses. Comienza a convertirse en un lujo que no nos podemos permitir. Ya hemos perdido 22 millones en fondos europeos y ahora nos va a tocar poner a escote el dinero para tener unos accesos del S.XXI y menos mal que el Ministerio de Fomento ha tenido la generosidad de considerar prioritaria esta obra incluyéndola en su presupuesto.
Estamos quemados y seguimos jugando con fuego. Sentimos el vértigo de tratar de adivinar qué será lo próximo, los 10 millones para Intermodal están en la próxima cuerda floja. Un roto o un descosido. Nos asusta pensar cual será la próxima ocurrencia. Nos debatimos entre el paso de sapos o el paso con semáforo trampa. Demasiadas emociones para una ciudad que siempre ha aspirado a vivir tranquila y que ahora se ha convertido en el parque temático del terror urbano. 
Cada día que pasa estamos más convencidos de que tenemos una misión: mantener viva la llama de la esperanza alimentándola con la denuncia constante y con la meta de que el rescate esté cada vez más cerca. 

Ferreiro nos sale muy caro a los coruñeses

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