Rajoy: Fin de la cita

El día por excelencia de inicio de vacaciones para la mayoría de ciudadanos, es el día elegido por Rajoy para su comparecencia en el Congreso, en este caso y circunstancialmente en el Senado. No había muchas esperanzas en el discurso del Presidente después de tanto escapismo ante los medios y el Parlamento. A este significativo primero de agosto llega arrastrado por la presión de los grupos de la oposición, y agotada su teoría de resistencia pasiva. Al final su discurso fue un brindis al sol, nada de lo que acontece afecta a la acción de gobierno y las citas y ataques se centraron en el primer partido de la oposición,  más que e n dar respuesta a las preguntas objeto del debate.
Gobernar con un partido judicializado y que un día si y el otro  también  copa los titulares de medios de comunicación españoles y extranjeros no es precisamente una imagen de solvencia. Lo que se añade a un país sumido en el paro y la recesión, con graves recortes salariales y sociales. Tampoco es ejemplarizante la normalidad con que asumen sobresueldos, y a la vez  piden  a los ciudadanos más sacrificios en aras del bien común. No basta decir “ Me equivoqué defendiendo a  Bárcenas”  después de ser durante meses el innombrable, y ahora en un estudiado ejercicio de comunicación le cita 15 veces durante el debate como medida exculpatoria. Aquí hay una  profunda trama, que seguramente tendrá responsabilidades judiciales y para eso están los tribunales, pero también con responsabilidades políticas que necesitan una respuesta urgente. Aunque ninguna acción inmediata  se deduce de la replica de Rajoy, enlatada hasta la última línea, dirigida exclusivamente a calmar a los suyos. Pero displicente y arrogante con los portavoces de la oposición que representan a millones de ciudadanos.
Sobraron risas y bronca en las bancadas populares, no está el país para bromas aunque ello sea un arrope desesperado a su todavía líder, pero daña la credibilidad. No hubo explicaciones, solo justificaciones. Es un gobierno lastrado por la mentira, invalidado para tomar decisiones y sellar consensos. La comparecencia del jueves no va ser el fin de la cita, como en un afán de no saltarse el guión leyó el presidente, el debate del jueves es ya un camino sin retorno.

Rajoy: Fin de la cita

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