Pornografía

El erotismo es lo que se dejaba entrever desde la parte final del guante hasta donde empieza la manga; un pequeño suspiro de carne, un sol y sombra, un parpadeo furtivo. Luego vino la pornografía, carne en masa, pero todavía reducida a la timidez privada, repetitiva, hasta el infinito pero muda a no ser por los suspiros interminables y artificiosos.
Hasta ahí todo se confundía con libertad. Más tarde sin saber por qué todo se desbordó y la pornografía se puso a hablar, a opinar; si la pornografía era como hacer el amor en un campo de fútbol lleno de gente, aquélla se normalizó en las televisiones, se adaptó a nuestros ojos, primero con vergüenza y luego sin ella. Hoy, totalmente normalizada, llega a los debates y a la política sin pudor.
Se habla de todo explícitamente, repitiendo un orgasmo artificioso y no creíble que resulta casi insultante, los que miramos parecemos condenados a una minoría de edad. Resulta que todo son slogans, titulares para copar la realidad; no importa la calidad, solo el tamaño. Todo está expuesto sin la dulzura del vestido, del tartamudeo del amante. Es como si conociéramos a una chica y al segundo le preguntáramos: ¿Quieres follar? El porno, ya sabíamos, es la antípoda del eros, pero si encima opina, como un gran hermano chabacano narra la mentira, entonces estamos volviéndonos locos. Alguien se ha propuesto salpicarnos de semen y embarazarnos para de esa manera arrebatarnos el erotismo, que es lo mismo que quitarnos la capacidad de reírnos.No solo lo religioso se está profanando, sino también lo civil, lo ateo, porque se ha vulnerado nuestro silencio.
Si el erotismo era un programa como “La Clave”, lo pornográfico viene representado hoy por deshacer la TVE 1 y la 2; TV 5, Antena 3, incluso la Sexta, se ha convertido en un opinadero continuo, con apariencia de libertad informativa y sobredosis democrática. Sí, claro, es mejor esto que nada;  ahí empieza nuestra exhibición pornográfica. Lo pornográfico es condenarnos a una repetición extenuante y una falta de novedad donde aparentemente se está informando. Sí, a veces hay que ver y no tocar, no todo es consumible.

Pornografía

Te puede interesar