El grupo de música tradicional gallega Os Melidaos acaban de presentar al público su segundo disco, que lleva por título “Axudádeme a cantar”. El acto tuvo lugar en la discoteca Factory Room, de Melide, que registró una magnífica entrada, siendo unas doscientas las personas que aplaudiendo todas y cada una de las interpretaciones de estos grandes maestros del arte musical con la gaita.

Este disco, que fue grabado en los estudios Abrigueiro, de Friol, está compuesto por catorce piezas, varias de ellas cantadas, y algunas compuestas por miembros del grupo. Es el caso del “Pasodoble de Marcelino”, del veterano gaitero, Marcelino Vázquez, y la pieza “Pasando pola vila de Arzúa”, que compuso la voz principal del grupo, y maestro musical, Antonio Raposo.

Os Melidaos se formó en Melide, en el año 2001, por la unión de músicos de diferentes generaciones y varias procedencias, los cuales consideraban que la música tradicional es un tesoro que debemos de conservar.

Grabaron su primer disco en el año 2009, el cual titularon “Que ben baila, que ben baila”, y en este segundo incluyen por vez primera, las voces de dos de sus miembros.

Desde el año 1976, en que el histórico grupo melidense, Froito novo, publicara su disco “Esperta Galicia”, ningún otro grupo tradicional de Melide editó ningún trabajo discográfico, siendo Los Melidaos lo que lo hicieron en el año 2009 y ahora, en el ya finalizado 2012, presentaron el segundo.

El pasado año, y coincidiendo con la celebración de su décimo aniversario, el grupo actuó en el programa de la Televisión Gallega, “Luar”, y en dos ocasiones más en el teatro Rosalía de Castro, de La Coruña. Otra de sus participaciones fue delante de la emigración gallega, en la localidad de Santurce, en Euskadi.

Los integrantes del grupo Os Melidaos, que aparecen en la foto, son: Pepe Taboada (gaita), Marcelino Vázquez (gaita), Antonio Raposo (voz y conchas), Xele Barrio (acordeón), Xosé Luis Casal (tamboril y Pepiño Blanco (bombo).

Seis genios, que ponen todo su saber y valer en exaltar nuestra música tan enxebre, que llevan en el corazón.