La percusión como arma definitiva

EL tambor del Bruch –ahora se diría Bruc– fue un chaval catalán que se hizo famoso allá por la Guerra de la Independencia al poner en fuga al ejército napoleónico gracias a su destreza como percusionista. El sonido de su redoble reverberaba en los montes, los franceses pensaron que se les venía encima un contingente descomunal y huyeron despavoridos. Pues es lo que le queda a Quim Torra para “atacar al injusto Estado español”; metamorfosearse en don Nicanor tocando el tambor y aterrorizar a Pedro “La sonrisa” Sánchez o le caerá encima otro 155 con un uniforme de presidiario como regalo.

La percusión como arma definitiva

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