MEJOR PREVENIR QUE LAMENTAR

El debate sobre la asistencia sanitaria y farmacéutica,  es un relato que está a punto de convertirse en un dramático bestseller, al que se le van añadiendo capítulos para no terminar nunca y en el que cada vez hay mas víctimas. Estar enfermo, necesitar un tratamiento o prevenir enfermedades ya es un lujo que no está al alcance de todos, cada día lo que era la sanidad publica y universal se va quedando en una mueca de lo que fue. Ahora es el caso de las vacunas de la varicela y meningococo B, esta ultima la que provoca un temido tipo de meningitis,  ya no están incluidas en el calendario de vacunación infantil y además tampoco estarán a la venta en las farmacias españolas.
En el caso del meningococo B, es muy difícil de detectar los síntomas en la población infantil, y como consecuencia existe un riesgo de mortalidad de un 15% y de sufrir secuelas de un 30%, según los datos epidemiológicos que hemos conocido. La Asociación Española de Pediatría, reconoce además que España será el único país de la unión europea que bloquea su libre comercialización. Igualmente es incomprensible la retirada de las farmacias de la vacuna de la varicela, una enfermedad que también puede causar muertes e importantes secuelas.
Es totalmente inaudito que después de conseguir los avances científicos para la prevención de las enfermedades en una edad temprana, ahora traten de minimizar el calendario universal y gratuito de vacunas, tomando  la decisión de no incluirlas. Y además con la disculpa de que no es rentable su venta en farmacias, se obligue por un lado, a quien tenga recursos acudir a los vecinos países de Francia o Portugal a comprarlas y  quien no pueda viajar, ni pagarlas, vivir con la angustia de que en algún momento sus hijos puedan ser victimas de la enfermedad. No puede se mas injusto y miserable.
Hay dos factores importantes a destacar: Primero la salud,  sin  lugar a dudas es  mucho mejor y más barata la prevención, que la atención sanitaria posterior, con el coste añadido del sufrimiento, del riesgo de la vida o de las secuelas que tengan que asumir para el resto de su vida. En segundo lugar, se trata de una decisión política que no es anónima, tiene nombre y su responsabilidad no puede caer en el olvido.

MEJOR PREVENIR QUE LAMENTAR

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