JOSÉ Mujica, “el Pepe” –con una “e” después de cada “p”– fue toda su vida un tipo peculiar. De joven, guerrillero, o sea, terrorista; de mayor, presidente de Uruguay; y siempre provocador. Apoya a Podemos, pero también dice cosas sensatas: Le tengo simpatía al rey viejo (don Juan Carlos), que es un calavera, un viejo bandido, pero cumplió un papel importante en un momento crucial. Cuando el intento de un golpe de Estado estuvo muy bien”. Pues nada, todo es invitarlo a ir de fiesta, que seguro que acepta.