O Parrote pisa firme tras seis años en el agujero

O Parrote pisa firme tras seis años en el agujero
Un pequeño espacio de la cubierta ya tiene el adoquinado previsto en la dársena

El párking de O Parrote es ya una realidad. La conclusión del proyecto está prevista para marzo de 2014 y esta es la actuación de las cuatro que se plantean en la zona, que más avanzada está. El aparcamiento subterráneo ya no es solo un esqueleto, en su interior se puede ver claramente la disposición de las plantas, así como la ventana que permitirá ver parte de la muralla del XVIII, a la que también se accederá desde el exterior. Como curiosidad, en los últimos días se ha incorporado también una prueba del pavimento que tendrá el entorno tras la conclusión de la obra.
Aunque por el momento será difícil comenzar con la urbanización –valorada en 1,5 millones de euros– porque la maquinaria sigue trabajando en la zona, ya se puede ver un espacio con el adoquinado de piedra que está previsto incorporar en el ámbito. Esta prueba permite a la dársena disponer de suelo por primera vez después de más de seis años. En marzo de 2007 comenzaron unas obras, que al ejercicio siguiente se paralizaron y O Parrote fue solo un “agujero” durante cuatro años. Tras retomarse los trabajos la cubierta del subterráneo ha permitido, de nuevo, incorporar un pavimento sobre el que pasearán los peatones.

retraso
Lo que no está tan avanzado es el resto de infraestructuras. A solo cuatro meses para que finalicen los plazos, no hay rastro del edificio destinado a usos hosteleros y que se construirá anexo a La Solana. Su coste supera los 900.000 euros y, aunque tendrá un muro cerrado hacia al club deportivo, la fachada principal será acristalada para permitir disfrutar de las vistas de la bahía.
Esta será la actuación que modifique más el aspecto original de O Parrote. Su cubierta, construida a modo de plaza pública, permitirá además dar acceso desde la Ciudad Vieja a la propia dársena a través de la calle de Tabernas.
La revalorización de las murallas también es difícil que esté concluida en marzo, ya que el proyecto está aún sin adjudicar y su plazo de ejecución es de cuatro meses. El más difícil todavía, se lo lleva el túnel. Aunque a simple vista se puede ver ya el trazado que seguirá el vial en paralelo al cantil, la obra está aún muy verde para ser inaugurada en marzo, como estaba previsto inicialmente.
Pero la ampliación del proyecto hacia La Marina provoca que el subterráneo no se pueda utilizar hasta 2015, cuando está previsto concluir el segundo túnel. Por ello, este retraso no sería relevante si no llega a ser porque de él puede depender también la reurbanización en superficie que se preveía sencilla para facilitar las actividades de ocio. El objetivo es recuperar para los vecinos 14.000 metros cuadrados, sobre los que se incorporará un mobiliario urbano y una iluminación ordenada en línea a modo de pentagrama. Todo ello,  sobre un suelo adoquinado.

O Parrote pisa firme tras seis años en el agujero

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