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viernes | 10 mayo | 2024
El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha destacado hoy el papel del instituto armado en atender a los inmigrantes que llegan a las costas españolas pero ha asegurado que "hay que poner coto a estas mafias que trafican con seres humanos" porque "es intolerable".
Fernández de Mesa ha presidido hoy el acto conmemorativo del 171 aniversario de la fundación de la Guardia Civil en Galicia celebrado en el patio del Acuartelamiento de Lonzas (A Coruña), sede de la Zona de la Comunidad gallega, acompañado por el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, entre otras autoridades civiles y militares.
Durante su intervención, ha expresado su apoyo al Cuerpo por su trabajo frente a la "inmigración irregular, masiva y violenta" pese a la "incomprensión de muchos" en su misión de cumplir la legalidad vigente, y por ello les ha instado a no caer en el "desánimo".
En declaraciones a los periodistas tras intervenir en esta conmemoración, el director general de la Guardia Civil ha explicado que los inmigrantes logran alcanzar España "sanos y salvos por la acción de Salvamento Marítimo, de la Guardia Civil, de la Armada y de todos los que estamos involucrados en atender a todas estas personas que vienen desesperadas buscando un mundo mejor".
Es una "desgracia" la situación que atraviesan, ha continuado, que se agrava por las mafias que trafican con estos inmigrantes en pleno siglo XXI, una situación que ha calificado de "intolerable".
Salvamento Marítimo ha rescatado a ocho inmigrantes de origen subsahariano, uno de ellos una mujer, cuando intentaban alcanzar las costas españolas a bordo de una embarcación neumática de juguete en aguas del Estrecho de Gibraltar.
En este contexto y sobre las vallas instaladas en Ceuta y Melilla, Fernández de Mesa ha recordado que la Guardia Civil tiene el deber constitucional y legal de hacer cumplir el orden y la ley.
Según ha manifestado, la "obligación" de los agentes del instituto armado es que, donde está la valla que determina la frontera del país, "no pueda entrar nadie" y, sobre quien quiera hacerlo, España debe saber de quién se trata "y en qué condiciones".
"La situación no está como para que ni en España ni en ningún otro país del mundo, y por supuesto de Europa, no nos hagamos cargo del drama de la inmigración", ha enfatizado, pero detrás de él "se esconden en ocasiones mafias que no tienen las mismas intenciones que estos pobres seres humanos que buscan una vida mejor". EFE.
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