La SGAE reconoce que conversa con el Gobierno para mejorar la ley de Propiedad Intelectual

La SGAE reconoce que conversa con el Gobierno para mejorar la ley de Propiedad Intelectual
Los presidentes de la Fundación Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Antonio Onetti (i) y de la SGAE, José Luis Acosta, durante la presentación hoy en Madrid de la Fundación SGAE, que sustituye a la Fundación A

El presidente de la SGAE, José Luis Acosta, ha reconocido hoy que hay conversaciones con el Gobierno, con una parte "muy sensible" del mismo, para hacer mejoras al proyecto de Ley de Propiedad Intelectual, actualmente en fase de consulta en el Consejo de Estado.

"Sí, existe una política de acercamiento", dijo hoy Acosta, quien tiene muy claro que "no están los tiempos para enfrentamientos, sino para cooperar y construir". "Confío en que la ley, cuando supere el trámite parlamentario, haya mejorado y sea más razonable, más lógica".

José Luis Acosta, que lleva al frente de la SGAE desde este verano, cuando sustituyó a Antón Reixa, hizo estas consideraciones sobre tan importante ley en un acto en el que se informó de que la Fundación Autor pasará a llamarse, a partir de ahora, Fundación SGAE.

"No es un simple lavado de cara", justificó su presidente, Antonio Onetti, el cambio, realizado tras un "examen de conciencia sobre los errores del pasado, que fueron bastantes" y que tiene un objetivo fundamental: "intentar acabar con el divorcio existente entre la sociedad y la SGAE. Los autores no podemos -insistió- vivir al margen de la sociedad, sin la sociedad".

Acosta abundó en esta idea, al afirmar que la sociedad "tiene necesidad de los autores, y los autores de la sociedad". Y siempre que se tenga en cuenta, además, de que cualquier autor, "como cualquier trabajador, tiene derecho a vivir de su trabajo".

De ahí la necesidad de una nueva Ley de Propiedad Intelectual que no ponga "en peligro la gestión colectiva" de los derechos de autor, razón de ser de la SGAE desde hace más de un siglo.

"El proyecto tiene un espíritu liberalizador" que no gusta en la SGAE, "porque liberalizar todo no es bueno". Pero si finalmente es así, "que nos pongan en igualdad de condiciones con las entidades" de otros países.

Porque se corre el peligro, según José Luis Acosta, de que haya autores que prefieran o se vean abocados a gestionar sus derechos en una entidad ajena a España, destacó el presidente de la SGAE, de acuerdo con que el nuevo texto legal "controle" a este tipo de organizaciones, "será bueno" para evitar errores del pasado, y con la persecución de la piratería que en él se contempla.

"Hay detrás -insistió- un grave peligro, al promover una situación anómala, peculiar y de indefensión con respecto a sociedades de otros países. Seremos belicosos en la defensa de una gestión colectiva que funciona".

José Luis Acosta dibujó un panorama muy negro con respecto a la cultura, "un bien de primera necesidad, no un instrumento de mero entretenimiento", y se lamentó de que vivamos "en una época en la que parece que la investigación, la educación y la cultura no se valoran".

Y ello, a pesar de que la industria cultural representa el 4 % del PIB español, "por encima de sectores como la agricultura, la pesca o el automóvil", y empleara, antes de la crisis, a más de 600.000 personas. "La cultura vive una situación muy delicada", hizo hincapié.

Para paliar en lo posible esta situación la desde hoy Fundación SGAE insistirá en su apoyo a los autores y a la creación artística, tarea a la que destinará diez millones de euros el próximo año. "Somos una entidad privada pero con ánimo de servicio público", afirmó Antonio Onetti. "Queremos que la gente lo sepa y lo sienta así", insistió.

"Hemos podido cometer errores, pero estamos (en SGAE) en una etapa en la que queremos que todo cambie. Reconocemos nuestra mala imagen", manifestó Acosta, comprometido con una gestión que quiere sea como "una lluvia fina que vaya remediando lo que pasó durante mucho tiempo. La SGAE no es sólo recaudación, es mucho más", afirmó.

En ese "mucho más" tiene mucho que ver la Fundación, "motor activo de la creación" en sus quince años de vida y como propósito de futuro, un camino que quieren recorrer con "otros compañeros de viaje" públicos y privados, "porque la situación (de la cultura) es grave y no se pueden duplicar programas", según Onetti.

Sobre la reciente reforma del Código Penal que incrementará las penas para los delitos de piratería, de lo que debe entenderse "como un robo", el presidente de la SGAE dijo que el éxito o no de ello "el tiempo lo dirá".

"Lo que sí es necesario es un esfuerzo de pedagogía con las nuevas generaciones, con los jóvenes" para que entiendan que "estamos hablando del salario de muchas personas, los creadores".

"Este país -concluyó- además de sol y playa tiene un gran capital con tanta gente creativa como hay, gente con muchas ideas".

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