El Deportivo arrancó un punto en un campo en que, se buscaba la victoria. El colegiado desniveló el choque en la primera parte dejando al cuadro coruñés con diez jugadores. Durante el tiempo en el que ambos contendientes tuvieron las fuerzas equilibradas los de Víctor Fernández mandaron y dominaron. Después la decoración cambió para no perder el botín de encuentro.
Como se esperaba, el Depor compareció en el Nuevo Arcángel con el once casi anunciado. 1-4-4-2, con Cavaleiro y Postiga en la punta de lanza. El equipo comenzó dominando el partido ante un rival bastante flojo y poco acertado.
De los coruñeses fueron las primeras acciones de ataque. A los tres minutos en un balón servido por Medunjanin. En el 6, Sidnei remataba de cabeza a las manos de Juan Carlos. Respondía el Córdoba con un disparo de Fede Cartabria que se marchaba fuera. El cuadro herculino parecía bien posicionado, defendiéndose bien. Pero los árbitros también ‘juegan’. En el 15, Mateu Lahoz señalaba un penalti de Postiga sobre Pantic y el luso veía tarjeta amarilla. Fede Cartabria lo lanzaba a media altura y Fabricio detenía la pena máxima. El deportivismo respiraba.
Los blanquiazules, ayer con la elegante indumentaria ‘vino tinto’ volvían a controlar el partido. En el 19 una jugada poco concreta llevaba el peligro a la meta cordobesa. En el 23, Hélder Postiga se daba la media vuelta para chutar, desde lejos, e intentar sorprender al meta andaluz. El partido parecía bastante controlado, pero no se esperaba el Depor quedarse con diez jugadores antes de la media hora.
Mateu Lahoz expulsaba a Postiga por doble amarilla en una falta de Íñigo López en la que el portugués protestaba agarrando de la camiseta a su oponente. Posiblemente el colegiado no se había dado cuenta de que era la segunda cartulina amarilla pero el caso es que el Deportivo tenía que encarar más de una hora de envite en inferioridad numérica.
Aún así, el cuadro de Víctor Fernández no se amilanó en los compases finales del primer periodo. Sidnei volvió a cabecear en una falta un balón servido por Medunjanin que Juan Carlos detenía sin muchos apuros. El Depor, aún con diez, parecía no perder la cara al choque. Con el ‘trabajado’ empate sin goles se llegó al tiempo de descanso.
El Córdoba quiso meter una velocidad más al encuentro en la reanudación pero se encontró a un ordenado Deportivo que supo defenderse bien en todas las acciones. Sin embargo, en materia atacante, el equipo coruñés sólo pudo meter en apuros a los andaluces en los minutos finales. Además no había cambios en el banquillo para buscar una alternativa distinta a la planteada de inicio por las ausencias de futbolistas como Fariña, Lucas o Toché
Djukic agotó sus cambios rápido. En el 68 ya había hecho los tres. De todos modos los intentos del Córdoba por marcar eran estériles, forjados a base de disparos lejanos o con centros en los que los centrales blanquiazules y Fabricio ganaban siempre en las acciones divididas. Con un Cavaleiro extenuad, el Depor defendió con las dos líneas de cuatro, muy juntas, y el luso en ataque. Víctor Fernández fue oxigenando la media con José Rodríguez, Juan Domínguez y Álex Bergantiños a la vez que el cuadro cordobés iba dando por bueno el empate.
No obstante el equipo herculino intentó un par de acciones ofensivas en el final, sin suerte, ante un inseguro meta local, Juan Carlos. En  el 75 Cavaleiro no llegaba a un balón casi dividido con el meta, en el 80 era Fabricio el que detenía la respuesta andaluza y en el 90, a base de paredes en el área entre Laure, José Rodríguez y Cavalaeiro, a punto estaba de plantarse el portugués solo ante la meta andaluza.
El Depor jugó ante el equipo más modesto de la Liga. En condiciones normales debería haber ganado pero ayer, gracias a Mateu Lahoz, no fueron condiciones normales. El punto es bueno. El partido no fue malo. Ahora, a Abegondo. A currar.