¿Es posible una cultura sostenible?

¿Es posible una cultura sostenible?
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Industria y producción cultural; economía y arte... ¿son conceptos distintos o necesariamente tienen que ir de la mano? Es una de las cuestiones que ayer se trató de responder en la última reunión de los becarios de la fundación que cada año se celebra coincidiendo con las fechas navideñas. Para este encuentro, en el que el expresidente de la Xunta, Fernando González Laxe, ejerció como maestro de ceremonias, se reunieron la pianista y gaiteira Cristina Pato; Juan Carlos Fasero, artista y productor artístico; Víctor Freixanes, presidente de la editorial Galaxia, Paco de Pin, director de Nordesía, y Jacobo Sutil, director gerente de Agadic.
Entre todos, intentaron arrojar luz sobre la sostenibilidad del sistema cultural, desde cuatro visiones diferentes y viendo experiencias reales del emprendimiento cultural.
La jornada comenzaba con la presentación del espíritu de la jornada a cargo de la única mujer sobre el escenario. La artista trajo hasta A Coruña una experiencia puesta ya en práctica durante su estancia en Harvard; el Silk Road Project, un proyecto que promueve la innovación y el aprendizaje a través de las artes.
Pato lanzaba la primera pregunta: “¿Es posible una cultura sostenible?”.
 
opiniones
Los cuatro ponentes disertaron durante más de dos horas sobre cómo aunar el mundo cultural y el empresarial. Juan Carlos Fasero tiene sus dudas sobre la “intervención constante de la administración pública”. Teme que el artista acabe trabajando para el poder y no para su público, a la vez que entiende que la cultura se sostiene por las aportaciones de la administración pública.
Freixanes, por su parte, reivindicó el papel de la cultura gallega como un factor económico de primer nivel, algo que, dijo, deberían entender los poderes públicos; al tiempo que resaltaba la importancia de crear empresas culturales para dar difusión al contenido. Tras la mesa redonda, la jornada concluyó con una visita de los becarios a la multinacional Inditex. n

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