“Eran como as catro, eu viña por aquí (el carril exterior de la glorieta de A Pasaxe) cuando se me cruzou o coche. Tiven que frear por non esmagalo, e foiseme a carga”. Así explicó cómo tuvo lugar el accidente el camionero implicado en la colisión que obligó a cerrar el tráfico la glorieta a las cuatro de la tarde. El trailer que conducía, que transportaba cerca de 36 toneladas de madera, dejó caer parte de su carga sobre la calzada, y hasta que se retiró, tuvieron que pasar dos horas, durante el que el carril interior permaneció cortado.
Al lugar de los hechos acudieron no solo efectivos de la Guardia Civil de Tráfico, sino también de la Policía Local, que ayudaron a controlar la circulación. Fue necesario cortar el acceso a la glorieta en dirección salida de la ciudad, de manera que no era posible tomar directamente la dirección a O Burgo. Y, por otro lado, una vez en la rotonda, tampoco era posible dirigirse a la avenida de Finisterre para aquellos que no venían de Oleiros.
La circulación se resintió sobre todo en Alfonso Molina, en dirección salida, porque al cortar la salida hacia Fonteculler se juntó el tráfico de Vilaboa y el proveniente de A Coruña en un solo carril. Aun así, desde la Policía Local matizaron que no hubo embotellamientos, aunque sí se ralentizó el tráfico.
Proyectados hacia delante
En el lado positivo, no hubo que lamentar heridos. El turismo y el camión llegaron a colisionar, el frenazo a tiempo del transportista impidió que el choque fuera grave para el conductor del vehículo más ligero. De hecho, una vez realizada la correspondiente identificación por la Guardia Civil, pudo abandonar el lugar de los hechos. Más complicado fue el caso del camión: tenía la defensa delantera dañada, pero podría circular, si no fuera por los troncos desparramados a su alrededor. Algunos llegaron rodando hasta la acera, aunque por suerte no llegaron a impactar a ningún otro vehículo. El conductor negó que la carga estuviera mal asegurada. “Non hai nada que facer, co que pesa. Sairon cara adiante cando pisei o freo”.
Así que, una hora después de que tuviera lugar el siniestro, los troncos seguían allí, a ambos lados del camión siniestrado. Fue necesario esperar a que llegara otro camión al que transferir la carga. Este otro transporte, perteneciente a la misma empresa, se encontraba en las instalaciones portuarias, donde se había dirigido para descargar también madera, y no pudo regresar a auxiliar a su compañero hasta que la operación se completó.
Al conductor se le practicó la prueba de alcoholemia, y se comprobó el estado de la carga y del trailer. Según la Guardia Civil de Tráfico, todo era correcto. l