Los ciclistas protestan por la inseguridad del nuevo carril bici de la ronda de Nelle

La urbanización de la ronda de Nelle, a la altura de su cruce con la avenida de Finisterre, está muy avanzado. Ya puede verse, por ejemplo, el carril bici. Esta noticia, que a priori debería ser positiva para los amantes del pedaleo pero portavoces del sector han criticado su ejecución. “Que el carril bici invada la acera no es una opción. Aunque sea de otro color, si el ciclistas va por la calzada, no circula por dónde no debe”; señaló Roberto Rilo, presidente del club de la asociación de ciclistas Crunia. 

A la altura de la parada de autobús se puede ver como el carril invade la acera para pasar por detrás de la parada y volver a la calzada. La idea es sortear el bus cuando se encuentra detenido pero, según Rilo, “aunque esté pintado de otro color, no se segrega el carril de la calzada”. Es decir, que ciclistas y peatones comparten espacio. 

Defraudados 
“Estamos defraudados y nos oponemos a lo que sea invadir espacio reservado al peatón”, insiste Rilo. Incluso aunque sea una acera muy ancha, cualquier peatón despistado que se dirija a la parada puede ser arrollado. “Si se rotura la acera y el carril queda a la misma altura que la calzada podríamos dar nuestro apoyo con condiciones”. Pero para eso, habría que instalar alguna barrera de separación, como bancos, barandillas, e incluir pasos de peatones. 

Sin embargo, Rilo no es muy crítico con el Gobierno local. Recuerda que el proyecto para la renovación de esta zona partió del anterior Gobierno local, el de la Marea Atlántica, que también fue el responsable del carril bici metropolitano que las asociaciones ciclistas tacharon de inseguro precisamente porque había tramos que invadían la acera. El Gobierno de Inés Rey se encontró el proyecto ya hecho.