Los Mossos d’Esquadra detuvieron ayer a un cazador de 28 años y de nacionalidad española como presunto autor del doble homicidio de dos agentes rurales en Aspa (Lleida) cuando estos le pidieron la licencia de su arma.
La policía tuvo aviso de lo ocurrido a las 11.40 horas, cuando un hombre alertó de que se habría disparado a dos personas en el municipio de Aspa.
Los Mossos se desplazaron hasta el lugar de los hechos, donde constataron que dos hombres habían muerto por arma de fuego, y el Área de Investigación Criminal de la Región Policial de Ponent se ha hecho cargo de la investigación.
El conseller de Interior, Jordi Jané, explicó que el presunto autor del asesinato, que confesó los hechos, no tenía licencia para el arma con la que disparó a los agentes. Jané aseguró que “lo que haya podido suceder no ha sido un accidente, sino un acto criminal” en el que un cazador ha matado a dos agentes rurales.
Según Jané, no hay testigos del momento de los disparos, puesto que tuvieron lugar en una zona de olivos con poca visibilidad a larga distancia.
“Todo nos hace pensar en una intención clarísima, aunque no premeditación”, valoró, y añadió que los tiros iban dirigidos muy directamente a la cabeza de ambos agentes.
Explicó que el presunto autor contaba con una licencia tipo B, pero que para la escopeta que usó, una Benelli, es necesario una tipo E, que tenía con anterioridad, por lo que el conseller apuntó a un “supuesto de licencia caducada”.
“Sí que tenía otro permiso vigente, pero no tenía el permiso necesario para la escopeta que llevaba”, aclaró.
Al ser requerido por la licencia durante un control rutinario, “esta persona reacciona de una manera violenta, homicida, y mata dos agentes”, expuso Jané, que indicó que en el lugar del crimen está autorizada la cacería.
Jané explicó que es la primera vez en los 30 años de historia del cuerpo de Agentes Rurales que ocurre un hecho similar, y trasladó su pésame a las familias y compañeros de las víctimas.
Por otro lado, un joven de veinte años vecino de Girona fue denunciado por disparar varias veces con una escopeta de aire comprimido contra los balcones de algunos vecinos, informó ayer la Policía catalana.
Tras recibir quejas de varios vecinos, el pasado miércoles los Mossos d’Esquadra se dirigieron a la vivienda del joven, que vive con su abuela, y descubrieron un arsenal de armas en su habitación: dos pistolas, una escopeta y dos ametralladoras de aire comprimido, cajas con más de 200 proyectiles de diferentes calibres, cinco cargadores de munición y un visor.
Por su parte, la abuela del joven comentó a la Policía que su nieto “tiene la afición de disparar desde la ventana de su habitación” hacía los bloques vecinos. n