Sofía Casanova, una coruñesa polifacética

Sofía Casanova, una coruñesa polifacética
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La polifacética escritora, poetisa y periodista Sofía Casanova nace en La Coruña, donde se había establecido su familia, el 30 de septiembre de 1861. Sus padres, Vicente Pérez-Eguía, natural de Ourense y litógrafo, descendiente de noble familia carlista; y Rosa Casanova Estomper, de Nueva Orleáns, vecinos a esta época de la calle de Espoz y Mina 141, piso primero (hoy San Andrés). De aquel matrimonio nacería otro hijo, Vicente Pérez-Eguía Casanova, que también sería escritor.
Poco tiempo después de este nacimiento el padre abandona a la familia, la cual pasa a vivir con los abuelos maternos en la localidad de Almeiras, circunstancia que explica por qué Sofía usa como primer apellido Casanova, el de su familia materna.
A la temprana edad de 13 años se traslada con su familia a Madrid para recibir una educación de acuerdo con el entorno familiar. En la corte se inicia en el mundo literario manifestando su capacidad poética en las animadas veladas literarias que se celebran y tenían lugar en la casa de Ramón Campoamor, así como en otras diversas tertulias habitualmente en Madrid, como fue el Palacio Real, ante el propio rey Alfonso XII  y donde pronto publica sus primeras obras.

matrimonio
En los corrillos de la capital, conoce al filósofo y de noble estirpe polaca, Vicente Eduardo Lutoslawski, con quien se casa en la iglesia madrileña de San Marcos el 19 de marzo de 1887, pasando a vivir en Varsovia (Polonia) donde estará la mayor parte de su vida.
Esto que le valdría para desarrollar sus aptitudes literarias y colaborará de forma asidua en la prensa española, sus escritos también se publicarán en la prensa de Latino-América y por supuesto en los diarios de Galicia.
Durante algunos años regresa a veranear al pueblo marinero de Mera, desde cuya localidad se traslada de forma cotidiana a La Coruña, en uno de aquellos viajes realizado en 1919, el rey Alfonso XIII, le concede la Gran Cruz de Beneficencia, por sus servicios prestados como enfermera, al estallar la I Guerra Mundial, en un hospital de campaña improvisado en la estación de Varsovia y será un testigo de excepción de la revolución soviética de 1917.
Con motivo de su estancia en La Coruña, el Circo de Artesanos le ofrece un caluroso homenaje, siendo recibida con honores el 29 de julio de 1919. Corre el año de 1938 cuando visita por última vez su ciudad natal; en aquel momento ya se hallaba muy enferma y casi ciega.
Desde el inicio de la II Guerra Mundial narra sus experiencias, que quedan reflejadas en los diversos escritos de aquellos dramáticos sucesos, primero la invasión nazi y luego la ocupación soviética de su país de adopción.
Cuando se constituye la Real Academia gallega se la nombra miembro correspondiente y es designada en 1952 como académica de honor. El Ayuntamiento dedicará una calle de la ciudad a la memoria de esta eximia escritora, paralela a la avenida de los Mallos.

obra
Su herencia literaria, es una obra muy variada que la consagra como escritora universal. Entre la extensa variedad, se pueden citar en verso; “Fugaces” y “Cancionero de la dicha”. En prosa; “Lo eterno”, “Más que amor” y “El pecado”. Muere después de una ajetreada vida social y literaria a la avanzada edad de 96  años en Poznan (Polonia) el 16 de enero de 1958. Allí recibe sepultura.
Se trata pues de una gran escritora y periodista, que durante las dos grandes contiendas mundiales ejerció como la segunda mujer que hizo de “corresponsal de guerra” en la historia de España, de los diarios “El Liberal”, “Heraldo de Madrid”, “El Debate”, “El Imparcial”,  el “ABC”,  “La Voz de Galicia” o El Ideal Gallego. En este último escribió sus textos bajo el título “En los caminos del fuego y la nieve”, entre otros.

redactora y traductora
Fue una mujer valiente, respetada y decidida, como otras muchas que dio la tierra de Galicia. En Varsovia, escribió para el diario “El Mundo” (Swiat) y la “Gaceta Polska”, en cuyas páginas contribuyó a que se conociesen los acontecimientos en España, como fueron los sucesos del Riff o la Semana Trágica de Barcelona del 26 al 30 de julio de 1909.
También fue una gran traductora. Al tener conocimiento de varios idiomas, tradujo del polaco al castellano las novelas “Alma nihilista” y “Quo Vadis”, esta última uno de los grandes éxitos de la literatura universal. Fruto de su larga estancia en Rusia, escribió además “La Corte de los Zares”.
Siendo Casanova entre las grandes la más olvidada, en su ciudad natal solo tiene dedicada una calle, pero carece de monumento, al contrario de otras figuras de la historia coruñesa. Tampoco recibió el título de “Hija predilecta de La Coruña”.

Sofía Casanova, una coruñesa polifacética

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