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miércoles | 24 abril | 2024
La romería castrexo-romana Galaicoi de Cambre cerró ayer su tercera edición, la más multitudinaria hasta el momento en cuanto a participación, con una quincena de asociaciones y más metros cuadrados habilitados para las actividades del castro Maior.
El tiempo acompañó durante el fin de semana y permitió realizar un amplio abanico de propuestas: exhibiciones de oficios, pasacalles, juegos tradicionales, desfiles de legionarios, combates de gladiadores, degustación de comida romana y actuaciones musicales, entre otras. El centro del municipio fue estos días un hervidero de gente y el castro, en el que se ubicaron hasta 30 pallozas, mostró un ambiente de lo más festivo, con música y comidas populares.
La calle Wenceslao Fernández Flórez albergó estos días un mercado con todo tipo de propuestas, desde la alimentación a la bisutería, la ropa o los juguetes, que también sirvió de conexión entre los campamentos romano y castrexo. El castro Maior, ubicado a pocos metros de la Casa Consistorial, fue el cuartel general de los oriundos de Cambre, mientras que en el Campo da Feira se asentaron los romanos, que llegaron el viernes al municipio para invadirlo y exigir el pago de tributos a los locales.
Convivencia
El edil de Turismo y Patrimonio, Ramón Boga, sostiene que está sobradamente documentado que, durante la romanización, Cambre no solo fue un lugar de paso para los romanos, a lo largo del siglo I antes de Cristo, sino un lugar de residencia y de convivencia con los pueblos castrexos.
El municipio todavía conserva una villa romana en las inmediaciones de la iglesia románica de Santa María y el castro, que se encuentra sin excavar. Los “galaicoi” eran los guerreros que se enfrentaron a las tropas del Lacio en toda Gallaecia y dan nombre a esta romería.
Después de tres días de hostilidades, los pueblos enfrentados sellaron la paz a última hora de ayer, una paz que tendrá vigencia de un año. Los romanos volverán y querrán sus tributos. Cambre, dicen sus “galaicoi”, resistirá.
