La Policía acudió en 2004 a la casa donde estaban las secuestradas de Cleveland

La Policía acudió en 2004 a la casa donde estaban las secuestradas de Cleveland
obsequios enviados por los vecinos al domicilio familiar de una de las secuestradas efe/david maxwell

Las tres secuestradas en una casa de Cleveland durante diez años han podido reunirse con unas familias que nunca perdieron la esperanza de encontrarlas vivas, mientras el vecindario se cuestiona cómo el lado oculto de los hermanos Castro, sus presuntos captores, pasó inadvertido tanto tiempo.

Las autoridades intentan ahora determinar cómo tras una década los residentes del barrio donde se encontraba la vivienda, propiedad de uno de los detenidos, no sospecharon nada y los secuestros de Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight pasaron inadvertidos hasta el pasado lunes.

Sin embargo, el director de seguridad pública de la ciudad, Ed Tomba, reveló que las autoridades ya habían llamado a la puerta de la casa en la que se encontraban las desaparecidas en enero de 2004 por una queja contra Ariel Castro por haber abandonado a un niño cuando era conductor de un autobús escolar. Nadie respondió dentro de la vivienda ese día y la policía abandonó el lugar sin continuar las pesquisas.

Según la televisión local WEWS, el pasado lunes, en un descuido de sus captores, Amanda Berry, desaparecida en el año 2003, un día antes de su décimoseptimo cumpleaños, logró pedir auxilio y Charles Ramsey, que comía en un restaurante cercano, escuchó los gritos y ayudó a romper la puerta de la casa.

Ramsey, que dijo que hasta ese día pensó que Berry estaba muerta, le permitió llamar a la policía para denunciar con la voz entrecortada: “He estado desaparecida 10 años. Estoy aquí, ahora soy libre”.

Berry dijo a sus rescatadores que en la casa había más personas recluidas contra su voluntad: Gina DeJesus, desaparecida en 2004 con 14 años; y Michelle Knight, cuyo rastro se perdió en 2002, cuando tenía 20.

 

barrio hispano

La Policía de Cleveland, con el apoyo del FBI, continúa la investigación y el registro de la vivienda, que se encuentra en un barrio con una gran presencia de la comunidad hispana, especialmente de origen puertorriqueño.

La casa es propiedad de Ariel Castro, un exconductor de autobús escolar y músico aficionado de 52 años que fue detenido junto con dos de sus hermanos, Pedro (54) y Oneil (50). Las autoridades preparan la presentación formal de cargos contra los tres detenidos que podrían ser acusados de detención ilegal, violación u otros abusos o torturas.

El agente especial del FBI indicó ayer que en los últimos diez años “se han perseguido todas las pistas posibles” en el caso y que tanto “las familias como los agentes de la ley no perdieron nunca la esperanza”.

Sandra Ruiz, tía de DeJesus, dijo que el desenlace es “un milagro” y pidió privacidad para que la familia se recupere y pueda pasar tiempo con una hija a la que no ve desde hace casi 9 años, aunque nunca perdió la ilusión de recuperarla viva.

Las autoridades tienen “muchas preguntas sin responder”, como las razones del secuestro y por qué los vecinos no detectaron la presencia de las mujeres.

La Policía acudió en 2004 a la casa donde estaban las secuestradas de Cleveland

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