Francisco Rodríguez ha formalizado hoy su renuncia como alcalde socialista del Ayuntamiento de Ourense, tras verse imputado en la Operación Pokemon que investiga una presunta trama de corrupción política por el cobro de comisiones que ya suma 23 detenidos.
Rodríguez ha renunciado también al acta de concejal, en el transcurso de un pleno extraordinario celebrado esta mañana y en el que la primera teniente de alcalde, Margarita Martín, ha asumido provisionalmente la Alcaldía.
La sesión plenaria se celebró en medio de una gran expectación, ante la presencia de centenares de ciudadanos que se concentraron en la Plaza Mayor para escuchar el desarrollo de la sesión a través de los altavoces que había instalados en el exterior de la casa consistorial.
En la sesión, que duró poco más de media hora, Rodríguez destacó en primer lugar la "dimensión humana" del concejal del BNG, Fernando Varela, también imputado en la operación judicial y que hoy también hizo efectiva su renuncia. El edil nacionalista no estuvo presente en el pleno por motivos de salud, según aclaró Rodríguez.
Los concejales del BNG, que gobernaba en coalición con el PSOE en Ourense, también han hecho formal su salida del ejecutivo local.
José Somoza será la persona que sustituirá a Varela como edil nacionalista. Por su parte, Alfonso Vilachá tomará el escaño de Rodríguez, una vez que ha hecho efectivo su abandono también como edil.
Una vez formalizadas las renuncias, el portavoz del PP de Ourense, Rosendo Fernández, fue el primero en tomar la palabra. En su intervención, el concejal popular deseó "suerte" a sus dos excompañeros de corporación y criticó la gestión del bipartito PSOE-BNG, así como la "falta de talante" del exalcalde Francisco Rodríguez, especialmente en estas dos últimas semanas.
Fernández consideró imprescindible "recuperar la normalidad" en el Ayuntamiento, después del "daño" hecho a la institución, por lo que ofreció la disposición de su partido para garantizar "la gobernabilidad" del Ayuntamiento.
El discurso del portavoz de Democracia Ourensana, Gonzalo Jácome, partido que cuenta con dos escaños en la corporación, fue recibido con una sonora pitada en el exterior, tras calificar a Rodríguez como el peor alcalde posible para la ciudad. "Peor imposible", declaró en alusión a la gestión de Francisco Rodríguez, en la alcaldía desde 2007.
En último lugar, le tocó el turno a Francisco Rodríguez, que se llevó la ovación de la jornada por parte de las más de doscientas personas que había concentradas en la plaza para apoyarle.
En su discurso, proclamó su inocencia de todos los cargos que se le imputan -delitos de cohecho y prevaricación- e hizo alusión a la persecución mediática y política contra su persona.
"Mucho más importante que cualquier consideración política, quiero afirmar rotundamente en este salón de plenos y ante el pueblo de Ourense que los cargos que me imputa una juez de Lugo son radicalmente falsos y así se demostrará sin sombra de duda", proclamó Rodríguez.
Frente a sus críticos, dijo: "nunca tuve intención de aferrarme en el cargo" y añadió que no es culpable de ninguna de las acusaciones, por lo que se consideró "víctima" de una acusación "sin pruebas" y de la "presión injusta" por parte de su propio partido, la dirección gallega del PSdeG-PSOE.
Rodríguez aseguró que el "quebranto personal y familiar" al que se ha visto expuesto no se lo desea a nadie, como tampoco el "linchamiento mediático, injusto y desproporcionado".
En cuanto a su dimisión, confirmó que no dimite por las imputaciones o presiones partidistas, sino "porque no tengo apoyos ni mayoría suficientes para mantener el gobierno municipal".
Considera que "cumplió" su compromiso con esta ciudad "al pie de la letra", y que se va "con la cabeza alta, con la dignidad intacta y los bolsillos vacíos", y con el único deseo de recuperar a su familia y amigos.
A la salida del pleno el ya exalcalde recibió los abrazos de familiares y amigos, en medio de un ambiente de emoción.