Decepción total en Miranda

Decepción total en Miranda
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El deportivismo, que llevaba una semana ‘negra’ después de la sanción de Luisinho y la lesión de Salomao, vivió ayer una nueva decepción con la derrota en Anduva tras un partido trabado, que los blanquiazules controlaron en el primer periodo pero con un segundo tiempo en el que permitieron que el rival tuviese mayor protagonismo.
La mayoría apostaba por que el entrenador saltaría a Anduva con tres centrales. Vázquez no planteó el encuentro, de inicio, con el sistema defensivo aguardado y puso en liza un esquema con cuatro defensas, dando las bandas a Laure y Seoane. No dejó de ser una novedad aunque es evidente que de este Deportivo, por su ductilidad y las horas de trabajo, se pueden esperar muchas variantes tácticas.
El Depor salió a por el partido, de hecho dominó la pelota en el incio y fue manejando así el encuentro hasta el descanso. Los castellanos, sin embargo, llegaron con más peligro en jugadas rápidas, verticales, que buscaban la sorpresa. Lux tuvo que intervenir en varias ocasiones para evitar males mayores.
En un toma y daca de fútbol directo, con pocos pases paralelos a la línea de mediocampo y balones colgados al área fue desarrollándose el choque. Tras los primeros compases de tímidos acercamientos las embestidas comenzaron cuando, a los 20 minutos, Lux detenía un cabezazo de Iriome. En el 25 volvió a interceptar un nuevo balón. A los 33 un disparo envenenado de Igor Martínez era repelido por el arquero.
Contestaba el Depor dos minutos más tarde. A la salida de un córner Insua pegaba un derechazo a la pelota y la mandaba a las nubes. Si hubiese tomado la dirección correcta posiblemente hubiera conseguido el gol. En el 37 el Mirandés pedía un penalti inexistente que fingía Malón. En el 43 los locales gozaban de su última opción con un disparo de Mújika, que detenía Lux sin complicaciones. Con el empate sin goles se llegó al descanso.
La segunda parte comenzó con un Mirandés más agresivo, que a base de garra fue encerrando al Depor en su área. Los disparos a puerta (totales) lanzados sobre las porterías dejan claro que el dominio pasó a ser local. En la primera parte el Depor chutó una vez. El Mirandés cuatro. En la segunda los de Vázquez ensayaron sobre la meta castellana en cuatro ocasiones y en siete lo hizo el Mirandés. No obstante el Depor no empezó rematadamente mal en la reanudación y, de hecho, en el minuto 51, Toché dispuso de su mejor oportunidad. Tras un disparo de Insua que el portero despejaba, con un rechace franco y media portería para él, el delantero mandaba la pelota fuera.
En el minuto 60 Carlos Terrazas daba entrada en el campo a Pablo Infante, un héroe de guerra local. Fernando Vázquez modificaba también su equipo para buscar más control ofensivo y cambiaba las bandas con Sissoko y Antonio Núñez.
El Mirandés comenzaba a buscar a su jugador más talentoso, a forzar faltas cercanas al área. En el 73 Infante estaba a punto de marcar con un lanzamiento a balón parado pero una gran acción de Lux, volando al palo, evitaba el tanto.
En el 76 llegaba la acción que marcaba el desenlace del encuentro. El omnipresente Pablo Infante era derribado por Álex Bergantiños, que antes le daba a la pelota, en el área coruñesa. Sureda Cuenca señalaba la pena máxima entre la desesperación del equipo coruñés, porque entendían que la acción no merecía tal sanción. El protagonista de dicha jugada transformaba para poner el 1-0 en el marcador.
De ahí en adelante todo fueron ‘arreones’ del Deportivo, que no consiguió llegar con claridad para marcar –ni en las dos faltas que tuvo cerca del área– y se volvió de vacío de Miranda, decepcionado, como su afición. Ahora, a levantarse y a ganar.

Decepción total en Miranda

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