El número de bañistas que deciden disfrutar de las tardes de sol en las playas arteixanas continúa aumentando. Este año, el Ayuntamiento calcula que en tres meses de verano los arenales contaron con 221.300 usuarios, 61.000 más que el año pasado y casi el triple que en la temporada estival de 2011.
José María Novo, concejal de Seguridad, explica que el cálculo lo efectúan gracias a las anotaciones de los socorristas. En esas hojas de cálculo se detalla que la media diaria fue de 2.400 personas y el día que acudieron más bañistas a los arenales del municipio fue el 7 de julio: 13.900.
A pesar de que este año “hubo mucha gente pero no hubo ninguna incidencia grave”, apunta Novo, que subraya que estos miles de visitantes dejaron “dinero en el pueblo”. Los socorristas tuvieron que atender 561 casos, de los que la inmensa mayoría se debieron a picaduras (de escarapote, por ejemplo) y a golpes. De las primeras, en todo el verano fueron 268 y de las segundas, 156. Respecto a rescates, los socorristas tuvieron que intervenir en 31 ocasiones.
A lo largo de todo el verano trabajaron 45 socorristas pagados por el Ayuntamiento y doce más de aportación autonómica. Estos últimos permanecerán en las playas hasta el 30 de septiembre, “sobre todo para la limpieza de equipos”, indica Novo.
Respecto a los presupuestos, el servicio de socorrismo supone 250.000 euros, a lo que hay que añadir 25.000 euros para material y otros 60.000 para distintas obras y puesta a punto de las playas. En total, algo más de 300.000 euros.
SEguridad
La Policía Local también contó con un plan específico para la temporada de verano. Además de la habilitación de aparcamientos, que este verano llegó a las 1.200 plazas, se habilitó “un acceso despejado para los servicios de emergencias”, apunta el concejal.
A pesar de los aparcamientos, la mayoría de las actuaciones policiales estuvieron relacionadas con los estacionamientos indebidos. Así, levantaron 123 denuncias por aparcar en espacios prohibidos. De ellas, el 70% fueron en O Rañal, Sabón y Barrañán.
Los agentes municipales calculan que en estos tres meses se redujo el índice delictivo en un 17%. Para Novo, uno de los principales motivos para que esta reducción es que el 092 y la Guardia Civil “realizaron 46 controles preventivos de coches y ocupantes”, sobre todo en Sabón y Barrañán en las horas punta.
Los delitos que se cometieron, la mayoría, a finales de julio o principios de agosto, fueron diez robos en el interior de vehículos, seis faltas de hurto en coches y dos en las playas y uno de desobediencia débil. A mayores, los agentes multaron por incumplir la ordenanza de civismo a un hombre que orinaba al lado de un aseo público de Barrañán. La multa puede llegar a 150 euros.
A mayores, los agentes denunciaron tres casos relacionados con la posesión y custodia de los perros. En dos casos los animales eran de raza potencialmente peligrosa e iban sueltos y el tercero no tenía en regla los papeles del registro municipal.
Los socorristas “llamaron a la base de la Policía Local en diecisiete ocasiones”, afirma Novo. Estas llamadas se produjeron en aquellos momentos en que los bañistas no respetaban las zonas no aptas de baño o por deteriorar el mobiliario.