10º-19º
viernes | 19 abril | 2024
El portavoz de En Marea, Luís Villares, criticó ayer la “falta de voluntad absoluta” que, a su juicio, ha mostrado Podemos en el proceso de negociación para llegar a un acuerdo sobre el senador de designación autonómica que el partido instrumental tenía que elegir, aunque aseguró que ahora, tras la ruptura parlamentaria del grupo y su salida junto con tres diputados afines al grupo mixto, “no se opondrá”.
“En ningún caso la cuestión del senador es de personas concretas, sino de acuerdos políticos. No tenemos nada en contra de José Manuel Sande y no nos opondremos a su designación”, indicó Villares en una entrevista a Radio Nacional de España.
Así, subrayó que cuando uno hace “punto y aparte” hay que dejar atrás los “rencores y enfados” para empezar “sin ningún tipo de ataduras”. “Hay una mayoría suficiente para que sea nombrado”, sentenció Villares, quien calificó de “decisión coherente” que continúe siendo el grupo de En Marea quien decida el senador autonómico y no el PSdeG-PSOE, que en la actualidad, tras la ruptura, ya es la segunda fuerza política en el Parlamento de Galicia.
Entre otras críticas, Villares lamentó que la mayor parte de los parlamentarios de En Marea “llevasen un año y medio sin seguir las directrices de la organización por las que se presentaron a las elecciones”. Ante esta situación, “o se aplicaban medidas disciplinarias” o, si no valían las reglas internas, “debería valer el pacto entre organizaciones soberanas”.
Líos
“Tampoco fue posible esta vía porque no se llegaba a acuerdos para poder seguir funcionando”, explicó Villares, quien apostilló que “lo mejor para poder seguir desarrollando el proyecto de En Marea era crear un grupo propio, el grupo mixto de En Marea”.
Entre otros “líos”, Villares lamentó la “decepción social” que supuso que la diputada de En Marea afiliada a Podemos Paula Quinteiro “hiciese un uso indebido de su condición de parlamentaria para evitar una actuación policial”, recordando así lo ocurrido en 2018 cuando Quinteiro “evitó una identificación policial en un acto de vandalismo”.
“Fue un golpe duro en nuestra imagen política porque era un golpe en el corazón de nuestra ética”, indicó el portavoz de En Marea, quien lamentó que cada uno “debería haber asumido su responsabilidad” y sin embargo “por una cuestión partidista –de Podemos– esta compañera se mantuvo en el cargo”.
Así, indicó que aquel habría sido el momento de hacer “punto y aparte”. “Tuvimos muchos más líos que tuvieron trascendencia. Querían hacer un proyecto político que no fue el votado”, afirmó.
Según Villares, En Marea sufrió un “acoso y derribo” después del Vistalegre 2 de Podemos, en el cual se realizó un “centrifugado ideológico” con la finalidad de construir un partido único en todo el Estado, “algo que choca con la idea de confluencias”.
Preguntado por las críticas que en su día Xosé Manuel Beiras realizó sobre el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, Villares lamentó que “Anova no fuese coherente con esas críticas a la hora de intentar establecer una reorientación del rumbo”.
Sobre el Futuro de En Marea, Villares aseguró que se presentarán a las autonómicas de 2020 e indicó que “ha quedado un espacio huérfano” en el “centro del espacio progresista” ya que, el PSOE “no llega a los derechos sociales” y Podemos está en un “proceso de izquierdarización”. “Mantenemos que en Galicia tienen que tomarse las decisiones que afectan a Galicia”, pero descartó que su organización sea independentista.
