La plataforma Libera acusa a Servigal, concesionaria de la perrera municipal, de querer “amordazarlos, después de que la empresa denunciase a la asociación animalista por las críticas que vertió sobre la gestión de las instalaciones de Bens.
La adjudicataria solicita 60.000 euros en concepto de “daños y perjuicios” por estos reproches llegados desde la agrupación. Desde esta agrupación consideran que la cifra es “astronómica” y, por ello, llaman a la movilización contra “la espada de Damocles judicial”. En este sentido, recuerdan que a lo único que aspiran es a un modelo diferente de perrera municipal, así como a la revisión de un contrato que fue firmado en 2006.
Rubén Pérez, miembro de esta entidad, reitera que la gestión de las instalaciones podría “mejorar notablemente” si el Ayuntamiento asumiese “las propuestas de remodelación que le plantean”.
Unas sugerencias que pasan por la creación de un centro veterinario, la ampliación del programa de voluntariado o la ampliación del horario de atención al público.
Desde Libera convocan una concentración solidaria para mañana ante los juzgados con motivo del acto de conciliación. El lema de la pancarta que portarán será “Defender a los animales no es delito, en defensa de la libertad de expresión y de los animales”. A esta movilización, se unirán representantes de formaciones políticas como Anova, BNG, Esquerda Unida, Podemos y Equo, según señalan desde la plataforma animalista.
Respuesta
La visión que ofrece Servigal es bien distinta a la que explican desde Libera. La empresa asegura que sus trabajadores han sido “hostigados” por parte de los animalistas. Además, aseguran que la defensa de los animales se puede hacer “sin difamar”, en alusión a los datos facilitados por Libera sobre el grado de sacrificio de animales que se produce en la perrera.
Al citado acto de conciliación están citados una decena de activistas a los que Servigal ha denunciado. Justifican desde la concesionaria esta decisión en que estas personas, “alegando defender los derechos de los animales, han difamado con injurias, calumnias, falsedades e insultos a esta empresa y sus trabajadores”.
En esta línea, reitera que sus empleados están siendo “hostigados e interrumpidos en su trabajado constantemente, se les ha faltado al respeto y se les ha insultado”.
Llegan a asegurar que han tenido que “requerir la presencia policial en numerosas ocasiones”. Acuden a la Justicia porque “la defensa de los animales se puede llevar a cabo sin incumplir las leyes y sin involucrar a empresas privadas que realizan impecablemente su labor”. Además, Servigal sostiene que viven una “auténti caza de brujas” por los que quieren “quitarle la gestión” de la perrera n