Reportaje | Un fotógrafo que encierra su arte en suites

Reportaje | Un fotógrafo que encierra su arte en suites
Las protagonistas no suelen mirar a la cámara | luis serrano

Aparca los bártulos en la ciudad una media de una o dos veces al mes. Va cambiando de hotel y trata de que sus clientas coruñesas tengan la agenda desocupada para concentrar las citas en un solo día.

Generalmente encierra su arte en una suite y lo envuelve de insinuación. Sus sesiones boudoir nacieron de casualidad porque Luis Serrano fue antes pintor que fotógrafo, pero las instantáneas que sacaba como inspiración para sus cuadros gustaron tanto que dejó el pincel a un lado y se centró en el clic: “Me especialicé sin querer al ver cómo reaccionaba la gente al verlas. Me parece más satisfactorio”.

Sus fotos son fotos estilo tocador, en lencería, de protagonistas que posan semidesnudas, pero que “escapan de la vulgaridad”. Tampoco son mecánicas. Piden tiempo. Están fabricadas para gustar. A las que salen por el objetivo y al resto porque la mayoría de las que no miran a cámara o sí, depende, se decide a hacerlas para subir su autoestima.

Él tiene el don de sacar lo mejor de cada una así que “se acaban viendo de otra manera y es más una terapia que una sesión”. Porque todos “tenemos una parte buena”, Luis la caza al vuelo y la explota, en color o blanco y negro. También muchas mujeres se las regalan a sus parejas y, en general, no descansa. Viaja con su equipo a todas partes.


Reserva habitaciones diáfanas que no despistan y va directo a retratar el lado más bello de la que tiene enfrente. Es un proceso donde el diálogo es básico para generar un clímax que invite a relajarse y que las fotos sean lo más naturales posibles: “Estamos hablando continuamente”.

Muchas acaban llorando
Afirma el profesional que muchas veces le pasó que se pusieron a llorar en medio de la puesta en escena porque algunas traen adosado al cuerpo complejos absurdos: “Se ven muy feas y consiguen recuperar la autoestima poco a poco”. En sus imágenes, Serrano busca el arte. Rechaza la postura hierática que no expresa. En cada foto, dice, hay un mensaje oculto.

El misterio forma parte de la acción y al final las que salen al terreno de juego se van con un bonito souvenir en el bolsillo.

En su facebook, Luis Serrano convoca a mujeres que quieran expresar toda la feminidad que llevan dentro. De sacarla a la superficie se encarga él. Lejos de los fotógrafos que responden a tres palabras, bodas, bautizos y comuniones, el asturiano se alía con lo artístico para sorprender. No se va del hotel hasta que lo consigue.

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