Las cien evidencias metropolitanas que acreditan una “cultura de pazos” en Galicia

Las cien evidencias metropolitanas que acreditan una “cultura de pazos” en Galicia

Los entornos de A Coruña y Betanzos atesoran un pasado colmado de pazos, de los que más de sesenta continúan en pie y permiten que, como escribió Álvaro Cunqueiro, se siga hablando de “una cultura de pazos” en Galicia.

El vocablo “casa” encierra un mundo y si cien individuos recibieran el mismo número de metros para vivir, ninguno distribuiría igual ese espacio, aún compartiendo una comunidad, con sus usos y costumbres: Galicia. Además, los pazos no son solo casas, sino centros culturales de primer orden, con especial incidencia en la historia de Galicia. 

Entre ambas comarcas suman más de un centenar de estos inmuebles, si bien en muchos casos no son más que la estela de otras épocas de esplendor y se encuentran en una situación más o menos crítica, abandonados por sus dueños o desvirtuados por “artistas” que, con escasa o nula sensibilidad, perpetraron auténticos atentados arquitectónicos alterando sobremanera la estética original, tanto de los más antiguos, construidos en la Edad Media, como los más modernos, que los expertos sitúan entre el XVII y el XVIII.

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Otros continúan su actividad como centros de cultura y arte, o como instalaciones para la celebración de eventos, como muchos de los de Cambre, Culleredo, Oleiros y Abegondo. Solo unos pocos siguen alimentando, contra viento y marea, un estilo de vida particular, manteniendo el carácter y la solera, pero con los cambios necesarios para su adecuación a las comodidades del siglo XIX.

Casi el cien por ciento de los que están ocupados, como residencia habitual o de verano, lo están por los descendientes de sus primeros moradores, pero también existen inmuebles adquiridos en los últimos años para convertirlos en vivienda, como ocurrió en Cambre, Bergondo y Abegondo.

En cuanto a las construcciones en venta, como el de Meirás; el de Armuño, en San Xoán de Lubre, o el pazo de Paio, en Oza, son las menos en el área de A Coruña. 

Los precios se mueven entre los ocho millones que piden los nietos de Francisco Franco por el primero y los 650.000 de uno de los de Cambre, pasando por los 2,5 y 3,8 por los que salen los dos que se anuncian en Bergondo. 

Abegondo y Cambre (16) y Oleiros (15) son los municipios con más construcciones que, con unas características determinadas, se consideran pazos, y en muchos casos, su papel como centros artísticos y sociales resultó decisivo para la economía y la cultura de A Coruña.

Oleiros
En los últimos decenios, el Ayuntamiento de Oleiros adquirió un importante número de estos inmuebles para destinarlos en centros sociales o culturales que, con los años, se han convertido en espacios que, más allá de las actividades municipales, alcanzan usos comarcal, como los pazos de Arenaza, en Iñás; As Torres, en Santa Cruz o el de Lóngora, ambos en Santa Eulalia de Liáns; A Carballeira, en San Pedro de Nós.

Además, por su historia y encanto, destacan los de Xaz, Arillo, Miraflores, Abella, Pousada, Fontes o Vilanova, así como el pazo do Río, en Montrove, destruido en parte por un avión en 1973.

Oleiros cuenta, asimismo, con numerosas casas solariegas que, aunque de indudable atractivo, no cumplen con las características exigidas a los pazos y que, si se incorporaran a esta relación, lo situarían como uno de los más culturalmente extensos de Galicia.

Sada
En Sada está el más célebre de los pazos del área de A Coruña. As Torres de Meirás, que perteneció a la escritora Emilia Pardo Bazán  y ahora en manos de los Franco, se vende por ocho millones de euros, si bien su adquisición no sería posible en este momento teniendo en cuenta las medidas cautelares acordadas en el marco del proceso abierto tras la demanda interpuesta por la Administración General del Estado con los nietos del dictador, a la que se sumaron tanto la Xunta como el Ayuntamiento de Sada. 

En el mismo municipio existen otros cinco pazos, aunque no todos en la mismas condiciones, situados en Mondego (2), Osedo (2) y Santa María de Sada (1). 

Abegondo
Con dieciséis pazos algunos reducidos a cascotes, Abegondo es uno de los dos municipios que más construcciones suma de la comarca de A Coruña. Como As Torres de Figueroa; el Pazo de Quiroga, en San Tirso, adecuado para acoger celebraciones sociales; Orto, también destinado a eventos; A Cerca, en Cullergondo, o los de Crendes, Barral-Calle, Peito Bordel y Vilacova. 

El pazo de Santa Ana se lo llevaron el tiempo y el embalse, conservándose sólo la capilla por decisión de los vecinos de Orto. 

Cambre
Cambre es cuna de numerosos pazos, como el de Anceis, donde se conserva una placa que evoca la estancia de un centro educativo de los Padres Jesuitas en 1874,  y el de Drozo, cuidadosamente restaurado por Amancio Ortega. Uno y otro se separan escasos metros, por lo que los historiadores consideran que son ramas de un mismo árbol original, donde coincide el apellido Piñeyro, como escribió Carlos Martínez Barbeito en su vasto volumen sobre torres y pazos de 1978.

De la Torre de Andeiro apenas quedan unas ruinas y otros han perdido su carácter o evidencia cierto abandono, como el de A Barcala, en las inmediaciones del Mero. En Cambre también están los de San Bartolomeu de Pravio y el de O Corgo en Brexo, ambos en venta, y los de Brexo y Cela.
En Sigrás se ubican los de Sobrecarreira, así como el de Aián, que perteneció a Juan Castañón, ministro del Ejército de Franco. 

Bergondo
Otro de los más importantes pazos de la provincia, el de Mariñán o de Láncara, se ubica en Bergondo. Es propiedad de la Diputación de A Coruña, a quien se lo legó Gerardo Bermúdez de Castro y Suárez de Deza. En la actualidad se destina a distintos usos culturales y docentes, además de ser uno de los sitios más visitados por los amantes de los jardines, principalmente procedentes de otros países de Europa. Además, como dato curioso, en Mariñán almorzaron los eméritos Juan Carlos I y Sofía en su primera visita a Galicia como Reyes de España. 

También están los de Armuño (Lubre); O Casal y Babío (Santa Marta); Baldomir, en Guísamo; A Fonte, con el hórreo más antiguo, en Vixoi, y los de Leis y O Curro (Moruxo), uno de los espacios de tertulia femenina m con las visitas a Filomena Dato, que veraneaba en él de Sofía Casanova, Pardo Bazán o de Fanny Garrido.

Carral
Son varios los pazos que salpican el territorio de Carral. As Cadenas (Beira), A Ribeira y Esperante (Quembre) y Visaluso (Sumio), en el corazón del Valle de Barcia, son los más conocidos, pero existien o existieron otros, como el de Cabancas, el de Valbén o del de Taramuño (San Vicente de Vigo).

Culleredo
En Culleredo, además del pazo de Vilaboa, dedicado a la celebración de evento sociales, y el de Liñares, Carlos Martínez Barbeito, autor de “Torres, Pazos y Linajes de la Provincia de A Coruña”, anota también los de Santa María de Cela, Vigovidín y Ombre (Almeiras), y Conduzo (Rutis). En varios casos resultaron afectados por el aeropuerto, acordándose su traslado a otros puntos, como el Pazo dos Vales, que se llevó a Cambre.

Arteixo 
Arteixo cuanta también con varias casas señoriales, como el pazo de Anzobre, propiedad de los Puga y Parga, donde murió el alcalde coruñés, escritor y experto culinario Picadillo.

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