Cultura augura un proceso lento para evaluar los daños del santuario de Muxía

El conselleiro de Cultura, Jesús Vázquez, pronosticó ayer un “proceso lento” en los trabajos de restauración del santuario de da Barca, en Muxía, que se prolongarán todavía unas semanas a fin de “hacer una diagnosis total” de los daños sufridos tras el incendio de la pasada semana.
Los trabajos para retirar los escombros del santuario de A Virxe da Barca, seriamente dañado tras el incendio causado por un rayo comenzaron esta semana con la retirada de escombros y la liberalización de la bóveda, afectada por el peso tras “el acontecimiento fatídico del día 25”.

Emergencia
La Xunta agilizó los trámites y declaró de emergencia, las actuaciones para ejecutar el proyecto de rehabilitación integral del templo.
Según Vázquez, desde la administración gallega “se ha actuado con la mayor diligencia posible” y “se ha establecido un plan de protección para los usuarios” tras asegurar que la iglesia supone en este momento “un cierto peligro”.
“Estamos trabajando con todas las medidas de seguridad y con un proyecto que se desarrolló con la máxima urgencia”, señaló el conselleiro, quien defendió la necesidad de “buscar una solución”.
Vázquez incidió en que será “un proceso lento, de unas semanas, para hacer una diagnosis total de los daños”, que incluirán un estudio de los daños “retablo por retablo” a fin de analizar si los principales problemas se produjeron por el “agua y el humo o si hay algún daño mayor”.
En todo caso, el titular de Cultura se mostró confiado en que los retablos “puedan recuperarse” a excepción del retablo original frontal, “que quedó totalmente destruido”.

arte
El alcalde de Muxía, Félix Porto, informó esta misma semana de la próxima visita de un especialista para comprobar el estado de los seis retablos del templo, aunque el principal, obra del artista compostelano Miguel de Romay en 1717, es irrecuperable.
Por el momento resulta imposible realizar una valoración económica de las pérdidas sufridas, ya que siguen analizándose.
El alcalde destacó también la atención que ha generado a nivel nacional e internacional el incendio del emblemático edificio religioso. Han sido numerosos los emigrantes muxiáns y de otros puntos de A Costa da Morte los que se interesaron por el suceso, así como los peregrinos que suelen hacer el tramo Muxía-Fisterra del Camino de Santiago. Asimismo, la expectación generada por el suceso ha llevado este fin de semana a miles de personas hasta Muxía, por lo cual era muy importante contar ya con un plan de seguridad.