Ayer se cumplió el guión al que nos tiene acostumbrado este Depor en esta Segunda División. Tenía ante sí una oportunidad fenomenal para ampliar su ventaja sobre la tercera y cuarta plaza al perder Recreativo y Sporting pero no pasó del empate en Riazor. Al menos sumó un punto, pero la sensación que queda es que, una vez más, el cuadro herculino dejó pasar el tren en el andén de la estación.
Vázquez, esta vez sí, puso en liza de inicio a los tres centrales. El equipo comenzó jugando en el área del Barcelona y, de hecho, a punto estuvo de generar una ocasión de gol en los primeros compases.
La fuerza con la que los herculinos acometieron el partido dejó paso al peloteo del Barça B. Poco a poco los de Eusebio Sacristán fueron llegando con más claridad cerca de la meta de Lux. A los 11 minutos Patric obligaba a intervenir al meta coruñés con un disparo colocado que el arquero enviaba a córner. Segundos después Sergi Gómez mandaba la pelota fuera y en el 14 era Denis Suárez el que superaba la barrera en un lanzamiento directo que también se iba fuera ante la mirada del meta.
Una vez atendido el monólogo del filial catalán le tocó al Depor. Toché enviaba el esférico a las nubes en un ataque por la lateral del área pequeña en el 17. En el 27 era Juan Carlos el que, tras robar de nuevo el equipo con la presión sobre la propia área rival, hacía un jugadón que acababa con un disparo que Masip tenía que enviar a córner. En el 34 Toché lo intentaba de chilena y segundos después con un disparo suave desde la frontal. Sandro, por su parte, levantaba a la grada cuando se plantaba solo ante Lux, que cerraba bien el palo más cercando, pero el canterano culé chutaba la pelota fuera. La respuesta de Rabello fue colgar un balón sobre el área al que no llegaron, por los pelos, ni Toché ni Juan Carlos, ambos en boca de gol. Con empate sin goles se llegó al tiempo de descanso.
El Deportivo salió al campo, de nuevo, con toda la intención de meter al Barça en su área y equilibrar la posesión de la pelota después de correr en muchas ocasiones detrás de ella.
Acorraló de nuevo a los blaugrana con un disparo de Rabello y una acción de Juan Carlos con un pase desde la línea de fondo. El Barcelona B tuvo una clarísima ocasión de ponerse por delante en el minuto 54 pero el remate de Sandro se marchó completamente desviado. Respondía Juan Carlos instantes después con un disparo que atrapaba Masip, el guardameta culé. En un nuevo ‘toma y daca’ Rabello disponía de otra buena opción para marcar pero el arquero volvía a impedir el tanto. Hizo lo mismo en el 65, con un centro chut del chileno que tocó lo suficiente para enviar a córner.
Cuatro minutos antes, en el 64, entraba en el terreno de juego Sissoko, que revolucionaba el partido con sus pases y paredes y su velocidad, más que para correr, para saber donde enviar el cuero y donde recibirlo.
No obstante el Barcelona, en el 71, disponía de una nuevo doble ataque, aprovechando la segunda jugada. Sin embargo fue el deportovo el que embotelló al filial blaugrana, hasta el final. Paredes, pases con mayor o menor fortuna, acababan siempre o en la línea de fondo o desviados a córner por Masip. Durante dos veces se cantó el gol en Riazor en los minutos finales, en los dos últimos ataques del Depor, aunque más por ansia que por claridad.
El equipo blanquiazul se acercó más cuando tuvo la pelota. Es algo obvio, pero ante una escuadra como la azulgrana, especialista en mover y mover el cuero hasta cansar y desesperar, al final, una de dos, o tienes también capacidad para tener el esférico o las contras salen de libro para anotar de esa manera.
El Depor no encontró el camino del gol ante un equipo incómodo y talentoso que también falló las suyas así que, a tenor de los visto se puede hablar de un empate justo. Ya espera el Zaragoza en La Romareda en un choque que también promete, como todos, sensaciones fuertes.