Los hosteleros se preparan para reabrir sus puertas con ilusión y con muchas mesas ya reservadas

Los hosteleros se preparan para reabrir sus puertas con ilusión y con muchas mesas ya reservadas
El ajetreo en el restaurante O’bo era total | javier alborés

El de hoy será un día grande para el sector de la hostelería. Después de un cierre que ha durado semanas, todos estaban más que dispuestos a levantar la persiana y volver al trabajo. Algunos con más recelo que otros, unos con algo más de retraso que los demás. Pero, en general, los establecimientos coruñeses están impacientes por ponerse en marcha y sus clientes también: muchos restaurantes recibieron llamadas durante el día de ayer para reservar mesa.

Con un aforo de solo el 30%,  hacer una reserva parece una medida prudente. Los restaurantes tampoco se quieren pillar los dedos. Desde A Peneira, señalan que durante toda la mañana de ayer habían estado inmersos en las tareas de limpieza y desinfección. Es la segunda reapertura que hacemos desde el confinamiento de marzo, y ahora vivimos a semana a semana, por miedo a que todo vuelva a ocurrir. Creen que gran parte del público todavía se siente inseguro por los recientes cambios en las restricciones. “Hay incertidumbre”, asegura Verónica Solís.  

Con la misma fuerza 
Esta incertidumbre persiste de cara al futuro, donde restaurantes, tabernas y bares ignoran en qué condiciones se desarrollará un mes de diciembre que en cualquier otro año estaría marcado por las cenas de empresa. En Cantón 23, por su parte, han decidido reabrir el sábado. “Es por el tipo de local que tenemos, no podemos abrir en un solo día corriendo –explica la gerente Lucía Cidón–. Pero yo soy partidaria de abrir con la misma fuerza que antes”. Ya prepara una carta gourmet de otoño, entre otras cosas.   

Por su parte, en A Mundiña esperan con ilusión poder recibir a sus clientes a la hora de comer de hoy. Todo está preparado. El propietario de dos establecimientos, Rafael Varela, reconoce el trastorno que ocasiona el continuo ciclo de parones y reaperturas. Por eso, a la hora de hacer los pedidos “somos un poco más cautos, porque no sabemos lo que va a pasar. y porque nuestro aforo está más reducido. “Es como si abriéramos por primera vez”, asegura Varela. 

En cuanto a O’bo, confían en su clientela fija para que la reapertura sea un éxito. “Ahora mismo tenemos todo el personal de sala reorganizando, haciendo pedidos y limpiando”, asegura Susana González. que también destaca la solidaridad que muestra el sector hostelero con sus miembros.  

Pero no todos podrán reabrir y por eso se celebró una concentración con cien hosteleros ayer frente al edificio de la Xunta, en Monelos, para reclamar medidas que compensen el cierre.

Los hosteleros se preparan para reabrir sus puertas con ilusión y con muchas mesas ya reservadas

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