Algo se mueve en el centro. Es una afirmación que repiten incansablemente desde la Asociación Zona Comercial Obelisco pero que cada vez cobra más sentido. Un paseo por el área de influencia de la calle de San Andrés y la Real dan fe de ello: en numerosos escaparates se anuncian inminentes aperturas y detrás de las cristaleras de muchos que no se promocionan también se puede ver un trasiego constante de obreros.
En los últimos meses los inversores parecen haber centrado su mirada y su cartera en los bajos comerciales del centro de la ciudad, cuyos propietarios han sucumbido a la crisis y se han visto obligados a bajar los alquileres de muchos establecimientos.
“Si nos asustamos es peor porque ¿quién va a invertir?”, se pregunta el dueño del Calexo
Tras varios años en los que el cierre de negocios ha ido en cascada tras la fuga de varias tiendas de la cadena Inditex, la calle Torreiro será una de las primeras en remozar su cara. El antiguo Bershka, que antes ocupaban los grandes almacenes Barros, se convertirá en un café-lounge y en un local vecino se instalará una heladería.
Mudanzas y ocio > Entre los comerciantes de la zona circula el rumor de que se instalarán otros negocios porque en los últimos meses han ido desapareciendo los carteles de “Se Alquila”, pero lo único cierto de momento es la mudanza de la tienda gallega Rei Zentolo desde su emplazamiento actual a Torreiro.
Esta salida de San Andrés se verá compensada por las nuevas aperturas que se anuncian en la céntrica calle y que lucirán aún más una vez que se completen las obras en el firme.
Uno de los locales que abrirá en breve es el antiguo bar Universal, ya en la unión con Torreiro. Según algunas fuentes, el responsable del establecimiento se plantea organizar actividades en la calle si finalmente la reforma de San Andrés contempla una peatonalización o el corte de tráfico los fines de semana.
El entorno de la calle de Olmos sufre al tiempo bajas y altas de tiendas y mientras dos comercios anunciaban estos días “Liquidación por cierre”, en la misma zona abrió este viernes un obrador-panadería con servicio de cafetería. En la calle Real otros avisan a sus clientes de la liquidación, pero en este caso por “cambio de actividad” porque la crisis obliga a readaptarse para seguir captando la atención de los consumidores.
Expansión del negocio > Sin duda otro de los anuncios que ha suscitado más interés entre los empresarios y los propios viandantes es la futura apertura de la antigua Casa Barros, que ya llevaba años cerrada. Un gran cartel colocado en la fachada anuncia la “Próxima apertura” de la marisquería Calexo I, cuyo promotor ya tiene dos locales en la concurrida calle de A Franxa.
El dueño, José Antonio López, reconoce que la apertura podría retrasarse hasta “principios de año”, si bien hay que ir preparando el terreno para ganar nuevos clientes. El problema es que todavía no hay licencias aunque ya se trabaja en ello. Las obras y el rumbo que sigan las reformas dependerán de esos documentos y el empresario se queja de que con la crisis esos trámites se retrasan mucho más. Lo que sí está claro es que el estreno no implicará el cierre de los locales de hostelería Calexo I y Calexo III.
López, que ha adquirido el edificio en cuestión, piensa abrir el restaurante en la planta baja y muy probablemente los otros pisos se ofertarían en régimen de alquiler. “Si nos asustamos es peor porque ¿quién va a invertir”? No podemos quedar solo en manos de empresarios extranjeros”, comenta López ante la obligada pregunta de por qué se anima a invertir en una época así. De hecho afirma que en sus marisquerías de A Franxa no falta negocio porque “la gente viene de fuera y sigue manteniéndose”.
Los más satisfechos con este gran movimiento son los responsables de la Asociación Zona Comercial Obelisco. Su presidente, Antonio Amor, reconoce que “hay mucho trasiego” de locales y que incluso hay traspasos de bajos que no llegan a salir al mercado.
Amor es consciente de que aún se cuentan muchos cierres pero cree que mientras también haya altas “no es una zona muerta”.